Hay un dicho popular que acostumbra a ser susurrado ante una preocupación: “que Dios nos pille confesados”. Últimamente se me ha ocurrido pensar que Glen Luchford reinventara el mítico y religioso relato del Arca de Noé como metáfora a esa bendita frase. “Que Dios nos pille bien vestidos” no suena nada mal si tenemos en cuenta que entre labor cristiana y labor cristiana, los modelos de Gucci tienen que mantener intactas sus prendas en el video de presentación de la última colección crucero.
Alessandro Michele, el llamado “Dios del lujo”, presenta de cara al 2019 la espiritual y mística Gucci Gothic, donde la fascinación por el mundo natural, el morbo por lo sacro y las evidentes referencias victorianas y punk, dan como fruto una colección de entretiempo de lo más variopinta. En el barrido tienen cabida desde faldas de tablillas al más puro estilo inglés, hasta chaquetas de terciopelo púrpura, blusones rojos de inspiración asiática, o pañuelos de seda con ilustraciones de personajes manga. ¿Otros tres elementos clave? Black&white, el famoso y aclamado print animal y las imparables ugly sneakers con joyas. Las prendas, inspiradas en básicos eternos de la moda, son reinventadas al mezclarse con un concepto transgresor y oscuro, pues, frente a la elegancia que caracteriza a la marca, se escogen antagónicos espacios, actitudes y elementos que conformen la campaña en todos sus aspectos.
En ello consiste, precisamente, el tráiler de presentación del repertorio textil: tras la selección de un lugar hostil y seco –del que la revista Vogue especula sobre su ubicación en Toledo-, se esconde la construcción de un espacio idílico de fusión entre dos épocas: los colores eclécticos y las formas contemporáneas destacan de entre un fondo neutro, que se sirve del contraste para ser el perfecto escaparate; y es que en una actualidad en la que están en pleno auge las tendencias suburbanas y del extrarradio, no es de extrañar que la moda siga el trote de la sociedad para mantenerse activa. Mientras Adidas vende más chandals para cantar trap que para hacer deporte, el diseño de lujo se atreve a hacerse un hueco entre las páginas de la Biblia y hace que nos encante.