Es probable que, desde que en marzo se declaró el estado de alarma por la expansión del coronavirus, hayamos acumulado en nuestros móviles muchos vídeos sobre cómo protegerse. Y tendremos innumerables imágenes de inventos e ideas originales e ingeniosas para hacer ropa y mascarillas de diseño para el COVID-19 y equipos de protección individual (EPI).
Lógicamente, la necesidad de frenar la propagación del virus ha motivado también al sector creativo en la creación de ropa y mascarillas de diseño para el COVID-19. Estudios, diseñadores y arquitectos comenzaron a poner en marcha soluciones para ayudar a la población en tiempo récord.
Más que mascarillas
En cuestión de semanas, la producción de mascarillas se ha disparado en todo el mundo y ha puesto en movimiento fábricas que trabajan con materiales altamente contaminantes. Ante este panorama, el estudio estadounidense Sum Waste crea la Xylinum Mask, una alternativa biodegradable hecha de celulosa bacteriana.
Nacida durante el confinamiento en la cocina de los diseñadores, esta cómoda lámina —muy parecida a las higiénicas y quirúrgicas— tarda en producirse dos semanas, y su vida útil dependerá del número de usos que le demos.
Este modelo se sujeta en las orejas, a diferencia de la propuesta del inventor y director creativo Joe Ducet, que plantea unas “gafas de sol” que, a su vez, soportan una pantalla transparente que cubre el rostro por completo. Además de tener un extra de comodidad, es más efectivo que las alternativas básicas habituales y minimizará las posibilidades de contagio.
Por el momento, el prototipo en policarbonato de Ducet busca una marca que lo produzca.
Protección en mayúscula
El retrofuturismo de los años cincuenta fue la inspiración que dio pie al nacimiento de iSphere, un casco formado por dos hemisferios transparentes y huecos que dejan un espacio para el cuello. Una obra del colectivo de arte Plastique Fantastique para lucir en el transporte público de Berlín desde finales de abril.
El estudio fránces afincado en Berlín ha querido aportar un toque de humor a la situación que nos envuelve y concedieron el título de astronauta a todo el que llevara puesta su creación. Este producto es una pieza en código abierto: puede ser descargada, editada y desarrollada por cualquiera que lo desee.
Paralelamente, el arquitecto italiano Massimo Iosa Ghini proyecta un sistema que cubre toda la cara: más cómodo y más duradero, garantiza una total defensa frente a la toxicidad del exterior. Al igual que el anterior, ambos diseños permiten la visibilidad completa del rostro, aunque, en este caso, continúa el trámite para que la idea de Ghini se convierta en realidad.
Fashion Pandemic
La creatividad en esta nueva era ha llegado a adentrarse en el mundo de la prenda a través del aluminio. La marca de ropa Volleback, fabrica la Full Metal Jacket, una chaqueta inteligente hecha con once kilómetros de metal resistente a las enfermedades.
A pesar de que es un proyecto en el que aún se está investigando, las propiedades del material han conseguido unos resultados que aseguran la destrucción de cualquier virus.
Un sector que no descansa
El diseño en cualquiera de sus vertientes siempre ha tenido el objetivo de abreviar, comunicar y hacer más fácil y agradable la vida de las personas. Por eso esta crisis sanitaria muestra el compromiso de los creadores con las problemáticas de los ciudadanos.
Links:
Xylinum Mask – Joe Ducet – Plastique Fantastique – Massimo Iosa Ghini – Volleback