La nueva tienda de Gisela Intimates diseñada por Ciszak Dalmas Ferrari se muestra como una melodía armoniosa de sutiles contrastes en la que las texturas y los materiales nos sugieren un nuevo concepto de retail. Un interiorismo que se concibe como un homenaje a la intimidad femenina contemporánea, en la que la delicadeza se combina con la autenticidad y lo natural.
Ambiente imaginario en la nueva tienda Gisela Intimates
Este espacio de la firma Gisela Intimates se convierte en un lienzo que nos traslada a un ambiente casi imaginario. Generando el mismo equilibrio que una canción chill out en un entorno mediterráneo, los juegos de formas y materias suscitan un diálogo constante que ensalza la belleza de lo crudo y lo puro. En este proyecto de diseño de tienda de Ciszak Dalmas Ferrari las geometrías clásicas se alternan con otras de límites desiguales, y lo hacen en una escala grande, para originar un ritmo lento pero variado, que ofrezca la sensación de pausa. Los colores se vuelven elegantes y sensuales, apostando por una gama tierra en mobiliario y otra neutral en techo, paredes y suelo. Matices cálidos que se oponen a la frialdad de la piedra y que evocan la desnudez y suavidad de la piel que, ahora, se rodea de lencería.
Un diseño retail pausado por Ciszak Dalmas Ferrari
Uno de los acentos de esta cadencia lo aportan los pilares de vermiculita con revestimiento de yeso que, con su tacto irregular y estriado, refuerzan la idea de naturalidad e, incluso, de imperfección. Destaca, a la vez, la invitación a los probadores: una cortina con múltiples capas de tul en tonos maquillaje, que provoca un efecto de transparencia, algo aparentemente impensable en el ámbito público. Pero gracias a la superposición consigue la privacidad buscada. Este componente, muy relacionado con el producto, añade el toque de ligereza y finura que se contrapone a las sólidas y recortadas particiones.
Completa este moodboard la riqueza de los mármoles blancos de las canteras de Macael. Lo hacen con un remate rayado que exalta lo atractivo de este “oro blanco”, y se presentan en paredes y expositores acompañados de motivos en metales lacados y cobrizos.
Cada nota, cada detalle, está cuidadosamente creado para este universo de la calma, como los taburetes, las mesas, la caja o los accesorios visuales. Todo plantea un escenario pausado y sereno que difiere del ajetreo comercial, apelando a la sofisticación proporcionada por el “menos es más” y por la unión de elementos tradicionales con acabados y emplazamientos totalmente innovadores. Una melodía que busca la perfección en la imperfección.