Con más frecuencia se anhela la huida de la gran ciudad hacia terrenos naturales más amables. El idealizado retiro ha llevado a resolver esta nueva demanda a través de cabañas y refugios que se funden con el paisaje. El estudio colombiano Capa indaga en esta concepción con su reciente Casa SKL: una vivienda de grandes dimensiones y llena de transparencia que se erige como un ejemplo de la arquitectura colombiana contemporánea.
La arquitectura residencial de estudio Capa
Introducirse en el ambiente natural, pero sin modificar su estructura, y emplear procesos sostenibles sin desdeñar la economía local son las dos premisas que ponen en marcha este estudio con sede en Medellín. Fundado en 2015 por Catalina Patiño y Juan Pablo Ramos, los proyectos que enfrentan suelen vincularse a la arquitectura residencial desde una perspectiva respetuosa con la topografía. Sus bosquejos avalan la comprensión del paisaje y una necesidad por generar diálogos de paz entre la construcción y el entorno.
Existe en su práctica una coincidencia y gusto exclusivo por los techos inclinados y la transparencia, pues como ellos afirman: “No nos interesan las ideas planas”. Este hacer arquitectónico refleja un minimalismo protagonizado por materiales nobles y naturales —la madera, el hormigón o el metal— y una extrema osadía al utilizar la pieza modular con la intención de flexibilizar los espacios que diseñan. Sus viviendas guardan una fresca similitud con edificaciones más pequeñas, como cabañas perdidas en mitad de la montaña; un ejercicio que se hace visible en su porfolio con la Casa Pajarera, la Casa Pino y en su reciente Casa SKL.
La nueva casa transparente de Capa
El equipo colombiano Capa define su nuevo proyecto como “una casa que se va desenvolviendo para mirarse a ella misma”. Y es que su estructura angular y acristalada juega a darle un protagonismo excepcional dentro del marco en el que se erige: un terreno frondoso de 450 m2 dominado por la pendiente. Su configuración rotada engaña a la óptica del usuario, pero su propósito cumple con las expectativas de alojamiento amplio y funcional lleno de dobles alturas.
La casa transparente está divida en cuatro volúmenes revestidos de madera oscura; a simple vista parece que todos ellos son independientes, pero el juego modular que emplea el estudio hace que las secciones se encuentren reunidas mediante dos túneles a modo de jardín, lo que simplifica todo a una sola unidad. El leitmotiv de las propuestas de Capa suele ser la transparencia de sus fachadas y, en esta ocasión, esto produce que tanto jardín interior como la naturaleza exterior se conecten como si no hubiese barreras.
La tonalidad oscura de la madera provoca una discrepancia al dejar que esta sea más brillante y más clara dentro de la casa. El espacio se concibe diáfano y fluido entre las diferentes zonas por medio de distintos pisos, a los que se accede a través de puentes y escaleras de metal tintadas en blanco. La luz natural es la protagonista de las estancias; las espontáneas aberturas aportan un matiz geométrico al armazón, una rebeldía lineal que permite inundar las salas sin seguir un patrón único.
Los contrastes hacen de la casa transparente SKL un lugar lleno de miradores asimétricos para otear el horizonte montañoso de Medellín; lo que la convierte, como ellos mismos afirman, “en un hogar que se descubre solo al recorrerlo”.
Si te interesa este tipo de arquitectura residencial, no te pierdas esta casa realizada por Joan Folch Arquitectes en Matapadera.
Catalina Patiño y Juan Pablo Ramos.
A las afueras de Medellín.
