Robertet de México, filial de la multinacional francesa líder mundial en fragancias y sabores naturales, atravesaba un proceso de transformación cultural y crecimiento acelerado. Este escenario impulsó la necesidad de fortalecer su identidad corporativa y trasladar sus operaciones desde una zona industrial hacia un edificio corporativo de alto nivel en la Ciudad de México. El objetivo era consolidar un espacio que integrara oficinas y laboratorios en una sola planta, reflejando la esencia de la marca y potenciando la innovación, la colaboración y la atracción de talento.
Identidad, expansión y un nuevo capítulo
Contract Workplaces acompañó a Robertet en todas las etapas del proceso: desde la elección estratégica del sitio, pasando por la evaluación de inmuebles, hasta el diseño y la ejecución integral del proyecto, asegurando que cada decisión respondiera a la visión global y a las necesidades locales de operación.
Una planta que integra oficinas y laboratorios
El proyecto se desarrolló en el piso 34 de la Torre M, en el complejo Mitikah, sobre una superficie de 2.050 m². El programa debía combinar oficinas administrativas, laboratorios de aromas y sabores, áreas de reunión, espacios colaborativos y zonas de exposición. El propósito fue crear un entorno que, además de cumplir con los exigentes requerimientos técnicos, generara una experiencia sensorial coherente con la identidad de Robertet.
Uno de los mayores desafíos fue lograr una convivencia equilibrada entre áreas administrativas y laboratorios técnicos, garantizando eficiencia operativa sin perder calidez. Los espacios dedicados a la creación de fragancias y sabores –corazón del negocio– debían funcionar como ámbitos de inspiración y encuentro interdisciplinario, donde perfumistas, químicos y diseñadores trabajaran de forma articulada.
El hall como articulador de experiencias
La recepción, concebida como un punto de encuentro y distribución, conecta las dos áreas principales: el sector de sabores, que integra laboratorio, showroom y cabinas de degustación; y el sector de aromas, equipado con laboratorios especializados, oficinas privadas para perfumistas y un showroom sensorial. Estas zonas se complementan con espacios informales, áreas de descanso y múltiples puntos de reunión que favorecen la interacción espontánea entre equipos.
Para acercar a los clientes al proceso creativo, se diseñaron cabinas sensoriales y un área de demostración donde se presentan productos y prototipos, permitiendo comprender de manera directa la complejidad detrás de cada desarrollo.
Estética, identidad y sustentabilidad
Dado que Robertet no contaba con una guía global de interiorismo, esta oficina debía convertirse en modelo para futuras sedes. Se definió una paleta cromática vibrante inspirada en su identidad visual, combinando tonos naturales con acentos frescos y energéticos. La selección de materiales –maderas claras, metales satinados y vidrios con tratamiento especial– aporta equilibrio entre sofisticación y funcionalidad.
El arte y la gráfica interior, desarrollados junto a los equipos de Francia y Colombia, se inspiraron en elementos botánicos asociados a las materias primas de la marca: flores, cítricos, hojas y frutos. Murales y vinilos temáticos refuerzan esta identidad y aportan dinamismo.
Desde el punto de vista técnico, la integración de laboratorios y oficinas exigió soluciones específicas que garantizan condiciones adecuadas para la creación de productos destinados a industrias como perfumería, cosmética, alimentos, bebidas y limpieza.
Como parte de su ubicación en un edificio AAA con certificación LEED, el proyecto incorpora sistemas de eficiencia energética, sanitarios de bajo consumo y criterios de bienestar. La accesibilidad al transporte público y la oferta de servicios del complejo aportan beneficios alineados con lineamientos Wellness.
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