Quizás resulte raro que, siendo el director curatorial de MAYRIT, escriba un artículo sobre esta bienal de diseño y arquitectura. Por eso, lejos de elaborar una suerte de reseña objetiva sobre cómo fue la edición anterior y cómo será la de 2024, estas palabras que dedico a ROOM serán un comentario subjetivo sobre qué es MAYRIT y qué se puede esperar de este evento de cara al futuro.
Una bienal de diseño y arquitectura para diseñar el futuro
Si algo caracteriza a MAYRIT es su marco teórico dinámico, ya que se renueva bianualmente para establecer nuevos enfoques curatoriales. Este 2024, bajo el título Wet Dreams (Sueños Húmedos) y la dirección conceptual de Marina Otero, se presenta un notable contrapunto a los Mundos Sumergidos traídos por el Institute for Postnatural Studies. Y es que, si en esta primera iteración la bienal se focalizaba en señalar problemas y concebir futuros distópicos como catalizadores para la acción, en Wet Dreams se nos invita a un cambio de perspectiva: a contemplar el porvenir movidos por el deseo.
De esa manera se nos incita a adoptar el «disoñar», ese ingenioso neologismo que entrelaza el diseño y el sueño y que subraya el acto de tomar las riendas para forjar y materializar lo que anhelamos.Acuñada por el activista y diseñador León Octavio Osorno, esta idea resuena en círculos de pensadores latinoamericanos, animándonos a imaginar y a construir activamente otros futuros.
Un amplio programa de diseño experiencial e independiente
Ubicada en CENTRO CENTRO se halla la exhibición central de MAYRIT, comisariada por Marina Otero y núcleo temático de toda la bienal. Titulada también Wet Dreams, profundiza su visión mediante una óptica decolonial y queer, abrazando la fantasía y los afectos como ejes principales. La muestra nos sumerge en una dimensión donde las tuberías se desbordan, incitándonos a contemplar orificios, alcantarillados y válvulas como metáforas de las posibilidades ilimitadas y las realidades ocultas que aguardan ser liberadas. Una percepción que apela directamente a la emancipación de lo reprimido por medio de goteras, fugas y desbordamientos ocasionales, como manifestaciones de ese deseo que se abre camino, rompiendo las barreras impuestas por estructuras obsoletas.
El aura de «Sueños Húmedos» también se reflejará en las exposiciones institucionales, curadas por Grandeza Studio, Hyper Studio, y Futurity Systems. Sin embargo, también podremos ver su influencia en iniciativas más íntimas —y quizás más espontáneas—, incluidas dentro del programa independiente. En este segmento se incluye la exhibición De la Realidad al Sueño de Iniziazone; la intervención Capitalistas Anónimos de Andrés Izquierdo, que retoma las dinámicas de sanación de Alcohólicos Anónimos para interpelar a los sistemas que restringen nuestra creatividad colectiva y bloquean la posibilidad de dimensiones alternativas; además de la experiencia gastronómica ofrecida por Fondo Supper Club, que promete llevar a los comensales a un viaje donde la comida se transforma en un vehículo para el storytelling y la conexión emocional. Estas propuestas —junto a muchas otras dentro del programa independiente— llenarán la última semana de mayo 2024.
Espejito, Espejito, la muestra curada por Grandeza en el Museo de América, se adentrará en la alegoría del «espejo distorsionador» de Aníbal Quijano, explorando cómo las miradas eurocéntricas han intentado suprimir y deformar la autopercepción y la validez de las culturas colonizadas. Mientras tanto, Materia Computada, a cargo de Hyper Studio en el Museo Nacional de Artes Decorativas, trae un razonamiento sobre el aspecto tangible de la creación digital, destacando la intersección entre lo físico y lo virtual. Y, por otro lado, la nueva edición de Mañano, comisariada esta vez por Cecilia Tham de Futurity Systems en DIMAD, se enfocará en el impacto de la tecnología en nuestras relaciones y cómo estas mediaciones configuran nuestra experiencia humana.
El origen de MAYRIT
La bienal MAYRIT debe su título a los cimientos de lo que hoy es Madrid, bautizada así por el Emir Mohammed I de Córdoba. Este nombre lleva consigo connotaciones de su legado árabe y su vinculación íntima con el agua. No obstante, dicho nombre emergió en medio de una charla con Miguel Leiro —director de la bienal— durante una celebración en el Madrid Design Festival: un momento en que el diseño alternativo parecía no tener cabida. Nuestra conversación no se centró en agua, ni en visiones apocalípticas, ni tampoco en sueños húmedos, sino en la posibilidad de un escenario alternativo a la realidad que habitábamos. Y quizás este giro hacia lo divergente pueda ser una evolución temática para las futuras ediciones de MAYRIT, alejándonos gradualmente del elemento acuático tan arraigado en su origen.
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Del 23 al 28 de mayo de 2024.
