El estudio de arquitectura iraní Olgoo ha completado una casa enterrada en un solar de Teherán, colmatado por una cubierta verde que se funde con el paisaje circundante.
Una casa enterrada en Teherán
Desde hace algunas décadas, tanto el idioma de lo particular como el de lo universal —que en el fondo exploran la relación entre lo público y lo privado— está sufriendo continuas fricciones vinculadas a la simultánea conciencia de ser único y, a la vez, parte de un grupo. Un hecho que, en arquitectura, inaugura el momento de lo indecible y de la invisibilidad. Es decir, abrir paso a una construcción como una presentación de la vida o a una que no reclame formas para encogerse y desaparecer. A tal efecto, el estudio iraní Olgoo ha completado un conjunto residencial invisible en las comisuras del núcleo histórico de Teherán. Un recinto que, a modo de fortificación, se pliega hasta ocultarse entre taludes naturales de mampostería y una gran cubierta verde y transitable.
La casa —diseñada para ser utilizada como complejo plurifamiliar— se distribuye de manera pentagonal sobre la superficie del solar, ampliando bajo la cota del terreno la superficie edificable. Su estructura muraria se divide en tres bloques de hormigón: uno para usos públicos, otro para los dormitorios y la zona privada y, en última instancia, un tercero que negocia el ámbito privado con el público con una pequeña piscina. Así, The Inside Home nos habla de tres preceptos para conseguir minimizar su huella de impacto, tanto geográfica como ecológica.
Una gran cubierta verde, un manto de invisibilidad
Por un lado, propone la optimización de todos los espacios residenciales, atomizándolos en diferentes frentes concéntricos adheridos al núcleo principal, de carácter más íntimo. En un segundo término, esta estrategia centrípeta permite abrir patios y soportales en voladizo entre las diferentes estancias, cosa que favorece la ventilación cruzada y, por tanto, un mayor aclimatamiento: disipando energía en verano y acumulándola en el frío invierno.
Por último, al abrigo de un manto de hormigón, el proyecto propone la coherencia o biomímesis con el lugar. Se trata de adaptar sus contornos a la orografía preexistente hasta ensamblarse con ella y hacerse imperceptible; pero también ajustar el ritmo de crecimiento de las especies de su cubierta vegetal al devenir estacionario de los ecosistemas naturales circundantes. Con todo, estas tres acciones organizadas mediante el patio central de la vivienda propician el encogimiento de una arquitectura que —de lo general a lo particular— se contrae hacia el interior del objeto, hacia aquello a lo que llamamos domesticidad y cuyos límites se presuponen en lo factible, lo preciso y lo irreductible: la naturaleza.
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The Inside Home ha sido recientemente incluida en la lista de los Premios Dezeen 2023.
