Lo mediterráneo dialoga con lo primitivo en el nuevo interiorismo del Club Alma. El estudio de interiorismo Welcome Design ha proyectado con sus wallpapers y los muebles de Viccarbe una atmósfera de diseño y exclusividad. El aura nívea se adorna con una dialéctica cromática llena de elegancia; en esta nueva modernidad, todo se conjuga con genuino equilibrio.
Un club femenino según Welcome Design
El mero hecho de pertenecer a lo secreto suscita cierta morbosidad elitista. El siglo XVIII se vio plagado de círculos y ateneos masculinos, muy variopintos, en los que se discutían los enigmas más importantes del mundo. Tras sus muros se respiraba excelencia y buen gusto, pero también confidencias y conspiraciones. Su democratización a finales del siglo XIX brindó a las mujeres una posibilidad de autonomía, por lo que fundaron sus propios espacios para el debate y el apoyo mutuo. A pesar del paso de los años, el Club Alma mantiene un espíritu similar al del pasado: acoger y crear una comunidad entre mujeres, sin desdeñar a algún que otro hombre bueno.
Su emplazamiento en el edificio en el que se ubica lo convierte en un sitio refinado para el público electo que lo ve y lo pisa. Su estructura palaciega y renacentista genera una conversación continua con lo pretérito. Pero entre tanto clasicismo se hace necesario volver al presente, sentir lo contemporáneo de alguna manera. Welcome Design ha impregnado de sensibilidad y sofisticación al Club Alma recurriendo a sus colecciones gráficas más novedosas. Su papel pintado hace un guiño a los bordados de cuadernos antiguos, bebiendo de la tradición familiar y el recuerdo. Aunque la arquitectura albar sea la protagonista indiscutible de molduras y columnatas, el wallpaper floral y la superposición fotográfica en tonos suaves realza las paredes a través de una retórica del color y la forma.
La vanguardia de Viccarbe para un club exclusivo
En este ejercicio de actualización sin dañar la estética límpida, resulta indispensable utilizar un mobiliario lleno de vida y carácter. La firma Viccarbe ha sido la elegida para culminar y potenciar el interiorismo con sus materiales y piezas vanguardistas. Un ejemplo de ello se encuentra en el lobby, lugar de descanso e intercambio de ideas, posible gracias alsofá Levitt de Ludovica y Roberto Palomba, en una tonalidad rosada que acoge y atrapa. Esta misma estancia refuerza su identidad sinuosa y distinguida con las mesas Burin de Patricia Urquiola y las sillas Aleta de Jaime Hayón. El sello valenciano hace más sencilla la creación de puentes entre épocas lejanas con un objetivo compartido: armonizar el espacio que se habita.
Con el trabajo de Welcome Design y Viccarbe, el Club Alma puede presumir de ambiente ecléctico y renovado. Una auténtica transformación en pos de aquellos clubes privados de antaño, pero con toda la finura, clase y servicios del siglo XXI.
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