Bowler James Brindley y Bánáti + Hartvig han transformado el neorrenacentista Palacio Drechsler, situado en el corazón de Budapest, en el último establecimiento de la cadena W Hotels.
Otra vida para el Palacio Drechsler
Trabajar sobre el patrimonio arquitectónico existente es, por lo general, un ejercicio de funambulismo: se parece bastante a caminar sobre un delgado alambre donde el trompazo parece estar asegurado. Por un lado, está la herencia viva y, por otro, el incipiente acto de modernizar. Sin embargo, existe el peligro de pasarse por un extremo diferente y actuar con tanto respeto que se termine por replicar lo que ya había; un pastiche inadaptado a las necesidades del presente.
Esa cualidad de imitar no es actual, sino algo inherente al ser humano. De hecho, en el siglo XIX se hizo una reinterpretación contemporánea de las características del estilo renacentista, denominado neorrenacimiento. Un ejemplo de ello se encuentra en el majestuoso Palacio Drechsler, concebido en 1886 por los arquitectos Ödön Lechner y Gyula Pártos. Un edificio histórico que solía albergar un distinguido café y la Academia Estatal de Ballet de Hungría —siendo parte reconocible del patrimonio neorrenacentista de la capital húngara—, y que ahora parece ser la nueva ubicación del hotel W Budapest.
En colaboración con el despacho local Bánáti + Hartvig, la agencia de interiorismo Bowler James Brindley (BJB) se propuso revivir la rica historia de este inmueble que había permanecido vacío durante 15 años. Y la intervención se ha convertido en un doble juego de espejos, reflejando y refractando la arquitectura circundante de la Avenida Andrássy: un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que también aloja la Ópera Estatal de Hungría.
Una reinterpretación para W Hotels
Desde el comienzo, el equipo de interioristas se enfrentó al desafío de honrar la belleza y el recuerdo del Palacio Drechsler redescubriendo numerosos detalles originales, como su paleta de colores en verde, coral y azul oscuro y sus texturas de inspiración Zsolnay. Los recursos arquitectónicos protegidos han sido cuidadosamente restaurados, pero también reinterpretados al incorporar, por ejemplo, los azulejos vidriados de antaño.
Una de los elementos más importantes de la composición propuesta por BJB fue la reconstrucción de las dos entradas originales del palacio. Ello ha provocado la liberación de la fachada a lo largo de la Avenida Andrássy e insufla de nueva vida a la sala de estar, que queda iluminada por la luz natural del patio interior, ahora cubierto por un techo de acristalado.
Más allá del lavado de cara, este ejercicio ha motivado una reorganización del interior del palacio, que se ha dividido en 151 habitaciones y 45 suites, un restaurante exquisito, un acogedor salón, un spa y un bar “clandestino” situado en el sótano. Con este último gesto se recrean las nuevas modas europeas de entrar por sitios raros a locales de ocio.
La visión hospitality de BJB
El interiorismo respeta el alma del Palacio Dreschsler, planteando lo que BJB denominó una «intervención de segunda piel». Estas acciones han incluido la creación de nuevos pasillos dentro de los ornamentados arcos, con componentes independientes y removibles. Una especie de atrezo donde la estética material se permite la licencia de ser más contemporánea en sus cromatismos.
El nuevo W Budapest busca rendir homenaje al alma cultural del país con un amplio halo de referencias en las particularidades del diseño. Esto se observa en los baños, que han sido decorados con baldosas monocromáticas evocando un tablero de ajedrez y ensalzando la rica tradición de Hungría en dicho juego. O, también, en el empleo de lavabos dobles forrados de terrazo hecho a mano y espejos estilo Hollywood con marcos de bombillas: un verdadero tributo a la icónica Zsa Zsa Gabor, la famosa socialité húngaro-estadounidense del siglo pasado.
En este enlace puedes encontrar otros sorprendentes hoteles de la cadena W Hotels.
En la Avenida Andrássy de Budapest.
El despacho local Bánáti + Hartvig y la agencia de interiorismo Browler James Brindley (BJB).