Tras anunciarse recientemente las fotografías finalistas, quedan pocas semanas para conocer el nombre de los ganadores de la decimoprimera edición de los premios de fotografía urbana Urban Photo Awards, que se harán públicos durante el festival internacional Trieste Photo Days, promocionado por dotART.
El concurso, que cada año recibe miles de fotografías de todo el mundo, es famoso por la gran visibilidad que proporciona a sus participantes –tanto profesionales como amateurs–, pues traspasa los límites de Internet mostrando sus trabajos en docenas de exposiciones internacionales.
El leitmotiv del certamen, como rezan sus bases, es la ciudad, aunque admite cualquier temática relacionada: desde estructuras antrópicas aisladas en la naturaleza hasta escenas de la cotidianidad humana. La convocatoria está divida en cuatro categorías: streets, people, spaces y creative. Sus dos secciones principales, Singles Photos y Projects & Portfolios, premian respectivamente a la mejor fotografía individual y a la serie de imágenes que más fielmente representen la idea del autor.
El jurado de estos URBAN 2020 Photo Awards, compuesto por más de 25 profesionales –principalmente fotógrafos, pero también historiadores, publicistas, arquitectos, académicos y artistas–, lo encabezan dos nombres propios del mundo de la fotografía: Alex Webb y Rebecca Norris Webb, que tendrán la última palabra sobre el ganador en las dos categorías mencionadas.
Alex Webb estudió fotografía en el Carpenter Center for the Visual Arts –el fantástico edificio de Le Corbusier en el corazón de Harvard, única construcción del maestro franco-suizo en Norteamérica–. Al poco de comenzar su carrera como fotoperiodista, Alex Webb se unió a la célebre agencia MAGNUM. Solo dos años después, en 1976, mientras disparaba su cámara entre los colores vibrantes de Haití o bajo la luz intensa a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, decidió abandonar el blanco y negro, lo que acabó por llevarle a convertirse en el maestro del vibrante cromatismo que hoy atestigua su obra.
Por su parte, Rebecca Norris Webb, originalmente poeta, abrazó la fotografía urbana como respuesta a un bloqueo de escritor en su juventud. Esperando que sus instantáneas fueran la chispa que reavivase su poesía, descubrió su amor por este arte y cómo pluma y cámara, palabra e imagen, podían complementarse armoniosamente. No en vano afirma: “I do not give up the poetic eye with photographing, merely the pen” –parafraseando el “I don’t give up the camera eye when I write, merely the camera” de Wright Morris, soberbio escritor y fotógrafo del siglo XX.
Además de sus reconocidas prácticas individuales, los norteamericanos conforman uno de los dúos creativos más importantes de la fotografía de los últimos cincuenta años. En sus colaboraciones –especialmente en forma de libros y exposiciones– no es complicado distinguir la autoría de cada imagen. Y, sin embargo, sus trabajos se entretejen en una evocadora conversación entre las instantáneas de ambos, creando –junto con sus delicados y precisos textos– un retrato de una riqueza que supera la de sus prácticas por separado.
Como está ocurriendo con la mayoría de eventos internacionales este año, la pandemia también se ha cobrado aquí su peaje impidiendo la presencia de la pareja de artistas en la ceremonia de octubre en Italia. La organización ya ha anunciado que hará todo lo posible para traerlos el próximo año.
Hasta entonces, a uno u otro lado del Atlántico, ellos seguirán andando. Pues –decía Alex Webb– “qué hace un fotógrafo callejero sino andar y mirar y esperar y hablar, y después mirar y esperar un poco más, tratando de permanecer seguro de que lo inesperado, lo desconocido, o el más profundo secreto de lo conocido, aguarda a la vuelta de la esquina”.
Visita la web de los Urban Photo Awards 2020