Cuando Lisboa duerme, Sibusiso Bheka la observa en silencio. Cámara en mano, este fotógrafo sudafricano pone el foco en la parte más emocional, nostálgica e íntima de la ciudad. Un virtuoso que ha volcado en ella todo su imaginario y experiencia para potenciar su mística nocturna bajo la luz de las farolas. Y lo recoge todo en la exposición Umphako, un título que en zulú hace referencia a las provisiones de un viaje, aunque metafóricamente remite a la carga de recuerdos, vivencias e historias.
Sibusiso Bheka: un fotógrafo en tránsito
Con poco más de 28 años y originario de Thokoza (Sudáfrica), Bheka emprendió un camino decisivo en 2012 en el ámbito de la fotografía cuando realizó el proyecto Of Soul and Joy. Después, con la finalización de sus estudios hace apenas siete años en la Vaal University of Technology, su capital fotográfico no ha dejado de crecer. Las numerosas estancias —antes de Lisboa, pasó también por París y Ámsterdam—, reconocimientos y exhibiciones que ha amasado desde entonces le han dado la oportunidad de expandir un universo visual propio, claro y definido.
En él, el interés por retratar espacios durante la noche es evidente. Se puede apreciar al revisar trabajos como Stop Nonsense o At Night, They Walk With Me. Hablamos de imágenes de una refinada poética con la que modela, de manera muy cinematográfica, entornos urbanos de su país. Una combinación entre lo documental y lo onírico, que enseña la complejidad de Thokoza, entre los vestigios de la violencia del apartheid y los instantes cotidianos. Altos contrastes, dobles exposiciones, personajes en movimiento, luces y colores intensos: todo forma parte del sello de este autor. Una narrativa íntima que podría remitirnos a nombres como Christopher Nolan y Gregory Crewdson.
Lisboa en penumbra
En Lisboa, Sibusiso Bheka realiza desde mayo una residencia en La Junqueira Residency, en Belém. En las semanas que lleva allí, ha creado la serie de instantáneas que compone la muestra Umphako. Con ellas, el autor ha retratado el silencio de la capital lusa más allá de la hora dorada: en la azul franja poscrepuscular. Calles casi desiertas bajo una iluminación artificial, refulgente y difusa, con ocasionales transeúntes —generalmente solitarios— integrados en el ambiente vespertino. Instantes en los que la edición digital introduce sutiles distorsiones del paisaje, y donde Bheka quiere ofrecer al espectador “provisiones” visuales que remiten a un viaje interior, a un descubrimiento pausado. Todo ello utilizando la técnica infrared/blanco y negro, que juega con los contrapuntos de luz y sombra, para originar un efecto dramático en una urbe semivacía. Ciudad y ausencia activadas por luces cálidas y atmósferas nocturnas.
Estamos ante un artista de futuro prometedor y expansión creativa. Alguien que está construyendo un lenguaje de resistencia íntima, desde las esquinas desiertas de Katlehong hasta los callejones húmedos lisboetas, pasando por la suntuosidad de París y la particularidad de Ámsterdam. Umphako puede entenderse como un tránsito entre países, entre heridas y revelaciones. En Lisboa, Sibusiso Bheka ha captado la noche, sus arquitecturas y nostalgias filtradas por su mirada; también el modo en que un cuerpo se desplaza por el mundo sin perder la memoria. Y en esa persistencia —la de mirar, la de no desaparecer— se resume la fuerza de una obra que ya ha empezado a dejar huella más allá del sur global.
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