Trienal de Brujas: la ciudad imaginaria

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Hasta el 1 de septiembre y dentro de la Trienal de Brujas, doce instalaciones urbanas en el corazón medieval de la urbe flamenca ofrecen una lectura inédita de la ciudad, un abanico de posibilidades, de nuevas conexiones y miradas alternativas al legado de los siglos.

Under the Carpet. Adrien Tirtiaux. Trienal de Brujas 2024
Under the Carpet. Adrien Tirtiaux. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

Los desafíos actuales toman la ciudad de Brujas

La relación de la tradición moderna con la ciudad histórica ha sido siempre espinosa y desconfiada. En realidad, nació de espaldas a ella e incluso contra ella. Una de las respuestas contemporáneas a ese impasse viene a ser la tendencia de bienales, trienales y festivales a salir de los museos y tomar posesión de la urbe de manera temporal, leyendo el espacio público como espacio artístico. Una respuesta a veces inofensiva por esa capacidad de convertirse en mero expediente retórico para un turismo cool y biempensante.

Star of the Sea. Ivan Morison. Trienal de Brujas 2024
Star of the Sea. Ivan Morison. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin
Star of the Sea. Ivan Morison. Trienal de Brujas 2024

No es el caso de la Trienal de Brujas. En su cuarta edición —celebrada del 13 de abril al 1 de septiembre de 2024 bajo el título prometedor de Spaces of Possibility—, se ha convertido en uno de los ejemplos más consolidados e interesantes. Patrimonio de la Humanidad desde 2000, Brujas es un escenario idóneo para este tipo de ejercicio por su extraordinario casco medieval y sus ecos literarios. Además, la simultánea celebración de la Trienal de Beaufort, basada en la escultura y la intervención al aire libre, amplifica su efecto a buena parte de la costa flamenca, desde Knokke-Heist hasta De Panne.

Who?. Iván Argote. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin
Who?. Iván Argote. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

A Hugues Viane, el protagonista de Brujas la muerta (1892), de Georges Rodenbach, le llevó a la ciudad la melancólica persecución del espectro de su difunta mujer. Sus nieblas simbolistas y medievalizantes acogen como refugio seguro y distópico a la vez a los gánsteres ingenuos de Escondidos en Brujas (2008), la película de Martin McDonagh. No es raro que tal acumulación de capas fantasmales resulte propicia a la adición cada tres años de otra más en forma de ficción comisariada: una urbe imaginaria y provisional interactuando con la real, no menos imaginaria.

Common Thread. SO–IL. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin
Common Thread. SO–IL. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

El discurso de esta edición se extiende sobre los desafíos sociales, políticos y ambientales del mundo de hoy y desciende a lo concreto con su propósito de centrarse en entornos infrautilizados o poco conocidos del centro, la zona occidental y la playa de Zeebruge. Las comisarias, Shendy Gardin y Sevie Tsampalla, han escogido así los doce emplazamientos propuestos a sendos artistas y arquitectos más o menos emergentes o bien consolidados bajo el criterio: “Usar las imágenes para allanar el camino a usos diferentes”.

Earthsea Pavilion. Studio Ossidiana. Trienal de Brujas 2024
Earthsea Pavilion. Studio Ossidiana. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

Rigor y arte contemporáneo en la IV Trienal de Brujas

Algunos se toman el planteamiento de modo elusivo, como el colombiano Iván Argote y sus botas de bronce sobre las aguas del canal de Speelmansrei (Who?), que se pregunta sobre la pertinencia del monumento; o los italianos de Rotterdam de Studio Ossidiana, que acumulan tierra, plantas, semillas y moluscos en el interior de una malla metálica (Earthsea), entendida como un corte geológico del sustrato submarino a modo de organismo biológico que acusa el paso de las estaciones. La mejor en esta clase es la obra de Mona Hatoum (Full Swing), que se abstrae del contexto urbano creando una grieta claustrofóbica en medio de unos gaviones metálicos rellenos con piedras, donde el público es invitado a balancearse en un columpio colgado de una viga, acercándose y alejándose de la promesa del cielo abierto, único paisaje a la vista entre la asechanza negra de los farallones.

The Joyful Apocalypse. Traumnovelle. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin
The Joyful Apocalypse. Traumnovelle. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

En la localidad donde converge la Trienal de Brujas y la Trienal de Beaufort, queda la impactante aportación del turco establecido en Reino Unido Ivan Morison (Star of the Sea), una suerte de ruina transitable semienterrada en la playa de Zeebruge: un castillo de arena construido con tubos de hormigón interconectados e iluminados con chimeneas que dejan pasar la luz natural, como si la ciudad emergiera de pronto a orillas del mar.

Empty Drop. Shingo Masuda+Katsuhisa Otsubo Architects. Trienal de Brujas 2024
Empty Drop. Shingo Masuda+Katsuhisa Otsubo Architects. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

Entre quienes han afrontado de lleno la propuesta comisarial de releer el lugar asignado y desvelar escenarios posibles destacan cuatro. SO-IL, el dúo de Brooklyn, firma la aportación más rigurosa (Common Thread), reconfigurando por completo el patio del antiguo Monasterio de los Capuchinos —hasta ahora inaccesible— con una de sus mallas tecnológicas en 3D, a partir de metal y PET reciclado, desarrollada en colaboración con la Universidad Tecnológica de Delft. Su recorrido de texturas y transparencias dinamiza el ambiente y brinda una conexión inesperada entre dos barrios.

The Tower of Balance. Bangkok Project Studio. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin
The Tower of Balance. Bangkok Project Studio. Trienal de Brujas 2024. Foto: © Filip Dujardin

Traumnovelle intenta algo parecido en el patio de la Lonja Medieval y del Campanario de Brujas (The Joyful Apocalypse), mientras Bangkok Project Studio levanta un campanario de madera alineado con las tres torres principales de Brujas como mirador sobre el Parque Alberto I. Otra intervención de intrincada enjundia urbana, entre la ingeniería, la arqueología y la escultura, es el de Adrien Tirtiaux, que exhuma un camino en desuso entre dos hospitales alzando en forma de lenguas de musgo las capas de vegetación que lo ocultan y disponiendo espejos y pasarelas para redescubrirlo. Son estos últimos proyectos los que verdaderamente ofrecen vislumbres de esa ciudad inédita que aflora entre los pliegues del ladrillo húmedo y añejo de la vieja Brujas espectral.

Conoce más sobre todas las instalaciones en este enlace.

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