Tópicos. Son todo tópicos. La ciudad que no duerme, el centro del mundo, el lugar de las oportunidades, la ciudad de los rascacielos. Entrar en el flujo sanguíneo de Nueva York, sentir esa energía que acelera el corazón para lanzarte como un glóbulo rojo a sus extremidades. Esa oportunidad de estar en un mismo día en el cerebro, las manos o en lo más escatológico y putrefacto de la urbe. Eso sólo pasa en Nueva York, mientras las luces, el tráfico y el ruido hacen la farsa totalmente real.
No es creíble, no puede serlo. Dar la vuelta a la esquina y encontrar la misma puerta que hemos visto en miles de telefilmes, entrar y que resulte ser la madriguera del conejo de Alicia en el país de las maravillas. Esto aquí es lo normal. La feria de diseño The Salon Art + Design es parecido, pero en el Upper East Side, en el arsenal de Park Avenue que ahora guarda las armas de la civilización moderna: las artes no convencionales. Bienvenida, Alicia.
Aquí siempre es la hora del té y la iluminación es el nuevo paradigma del diseño americano. Lo sabe Niamh Barry. A este lado del espejo, sus burbujas de buceo interpretadas como lámparas de formas irregulares flotan en el aire y suponen el fin del (re)instaurado art dèco típico de la capital. Mientras, el último de los “ensamblajes” de Faye Toogood aparece como un tótem a adorar. Sus elementos naturales se funden como un diseñador puede ser fundido con un antropólogo y apenas afectar al resultado.
El sombrerero del banquete es Cabinet 1. Una pieza que deconstruye, fragmenta e interpreta la arquitectura para hablar con otros cabinets. Lo firman David Gates y Helen Carnac, o eso dicen. Distortion, de Najla El Zeine, es el refinamiento menos raw de todo lo expuesto. Este asiento busca la distorsión emocional como vía para cambios de percepción a través de la intuición y la confusión. Reducidos y perdidos en sus formas orgánicas, no encontramos cómo volver a nuestro tamaño original.
La ruptura de esta realidad artificial la encontramos en Fragmented Elements, de Based Upon. El objeto describe la verdadera mentira, la apariencia y lo profundamente superficial. La realidad de romper un elemento y sacar su esencia. El banco pierde su forma y desvela un secreto. Es bello, es sincero, es teatral y materialmente imposible. Como Nueva York.