The Line es un paréntesis sobre paisaje. Un paisajismo minimalista sobre el que los arquitectos de REgroup enfocan su visión sobre un lugar vacío al sur de Sacramento (California). Y nos preguntan: ¿Qué podemos hacer con toda esta extensión de campo?
REgroup reduce a lo mínimo un espacio escénico
Trasladar un espacio escénico a un contexto deshabitado recuerda a las épocas más doradas de la burbuja española, cuando los centros culturales o las salas polivalentes brotaban en cualquier ayuntamiento de más de 1000 habitantes. Pero en este caso la aproximación es diferente. El proyecto de paisajismo se reduce a lo mínimo; en realidad, para actuar solo hace falta un tablado. Una tarima de madera tratada para la intemperie se pliega sobre sí misma en un extremo y forma un paramento vertical que hace de fondo. Suficiente. Un paisajismo minimalista. Un principio y un final. Un punto al que dirigir la mirada y otro hacia el que moverse, lo demás es puro atrezo.
Paisajismo minimalista
El objeto es expresivo en su totalidad. En un ámbito difuso los bordes rectos marcan dos límites claros a cada lado de La Línea. El color blanco elude los matices de la tierra y aparece el diálogo de espacios. La atención cae únicamente sobre la pieza y sus dominios. El paisaje se pierde en el instante que ocupa la obra, una microelipsis que evidencia aún más la inmensidad del ambiente.
La intervención utiliza las herramientas del land art para reivindicar un concepto ajeno al entorno. REgroup superpone con habilidad la escala de la ciudad, mucho más optimizada por el valor económico del suelo, frente a la rural, despoblada y muchas veces desmedida, y nos hace reflexionar sobre las posibilidades que puede generar el abanico de soluciones que se han desarrollado en nuestras calles y plazas en un terreno mucho menos acotado. En definitiva, pensar el urbanismo fuera de la urbe.