El dúo de diseño francés Studio Élémentaires —compuesto por Apolline Couverchel y Gauthier Haziza— ha dejado claro a lo largo de sus 9 años cuál es su sello de identidad. Luz y tiempo se han convertido en sus grandes aliados y, junto al procedimiento de tecnología artesanal que aplican en sus ejercicios, sus proyectos nacen inherentemente con una personalidad fresca y única.
Diseño francés con sede en Bélgica
Desde que se conocieron en la ENSATT de Lyon —la Escuela Nacional de las Artes y Técnicas del Teatro—, los franceses Apolline Couverchel y Gauthier Haziza supieron que querían trabajar juntos.
Es por ello que, en el año 2013, fundaron su propio estudio y comenzaron a experimentar con espacio y producto poniendo el foco de atención en el área que más dominaban: el teatro.
Meses más tarde, recibieron el primer gran encargo. Una colaboración con el chef Paul Pairet que consistiría en construir una escenografía para exhibir, en el palacio de Bellas Artes de París, uno de sus platos más icónicos. Desde ese momento —y hasta el día de hoy— los diseñadores no han dejado de elaborar proyectos muy diversos para todo el mundo y para diferentes industrias.
La tecnología artesanal del diseño francés
Los tiempos cambian y la inspiración también. A pesar de haber construido una trayectoria de casi 10 años, Couverchel y Haziza han instaurado en Studio Élémentaires ciertos parámetros que permanecen latiendo desde el primer día. Y uno de ellos es, sin duda alguna, el uso de la tecnología.
En todas sus propuestas se incorpora el movimiento.A través de pequeños motores y sistemas simples —que realizan con el arte del mejor de los relojeros—, el tándem sorprende con un ligero y suave dinamismo en sus obras. Desde la mencionada labor junto a Paul Pairet, Twins, hasta Freeway —la más reciente— donde homenajean la vida urbana y su señalética.
En todas ellasse incluyen ciertos engranajes que hacen subir y bajar componentes o apagar y encender partes del conjunto. Pero la complejidad y la poética de cada elemento ha sufrido una evolución con el paso de los años. Por ello, son más frecuentes las creaciones cargadas de concepto y narrativa, alejadas del azar o de decisiones más casuales o puramente estéticas.
Luz y tiempo en Studio Élémentaires
La forma de sus manifestaciones artísticas e instalaciones también ha ido transformándose. No tanto en sus dimensiones —ya que tampoco se detecta temor a intervenir grandes lugares—, sino en el modo en el que se ejecutan sus líneas. A pesar de su complejidad, las piezas lucen extremadamente sencillas, y es precisamente ahí donde se encuentra el reto: hacer ver al espectador que lo que observa está a su alcance y no es difícil de entender. En ocasiones, incluso Studio Élémentaires deja visto el mecanismo, haciéndolo también partícipe de la composición, como ocurre en Ghost Lamps.
Sumado a estos ejemplos, similares a la obra de Zimoun, otros dos factores clave en su porfolio son la luz y el tiempo. Los franceses han demostrado saber jugar con ambos a su antojo, y dan un gran protagonismo a la iluminación y al ritmo que genera el movimiento repetitivo. Dos criterios que caracterizan el estilo de los franceses y que vienen implícitos en su práctica, haciéndola tanto reconocible como vanguardista.
Conoce todo acerca de Baranzate Atelier, la exposición de Milán donde participó Studio Élémentaires.
Los diseñadores franceses Apolline Couverchel y Gauthier Haziza.
Con la luz, el tiempo y trabajando la tecnología de manera artesanal.