Solo Houses, la idea surgida del encuentro de un promotor inmobiliario y una gestora cultural, hace posible la utopía de alejarse del mundanal ruido para consagrarse estéticamente a la vida. El propósito de Christian Bourdais y Eva Albarrán de crear un pequeño territorio en un lugar situado, casi literalmente, en medio de la nada parece beber de la determinación de figuras como Georgia O’Keeffe o Donald Judd.
En las fotografías de O’Keeffe en su casa de Nuevo México, la hermosa pureza de su ámbito doméstico se nutre de la extrema aridez del paisaje, reembellecido a su vez a través de la arquitectura. Judd, por su parte, escogió un antiguo complejo militar situado en el paisaje desértico de Marfa (Texas) para convertirlo en espacio para su trabajo artístico. También Bourdais y Albarrán han reconocido la belleza de un paisaje severo y duro, el de Los Puertos de Beceite en la comarca del Matarraña (Teruel), escogiendo un área de bosque virgen para situar en él un microcosmos donde la arquitectura vibre en plena libertad, unida al arte.
Matarraña. Territorio de vanguardia
Con el respaldo de la firma suiza de mobiliario USM, Solo Houses constituirá un complejo arquitectónico, cuyo desarrollo paisajístico ha estado a cargo de Bas Smets. El proyecto estará integrado por Solo Hotel: centro catalizador de las diferentes actividades que vayan a desarrollarse en el lugar y cuyo autor es el chileno Smiljan Radic. A esto hay que añadir quince villas vacacionales, diseñadas por algunos de los más consolidados proyectistas y jóvenes estudios internacionales: Tatiana Bilbao, Sou Fujimoto, Barozzi Veiga, TNA, Rintala Eggesrtsson, Go Hasegawa, Jean-Pascal Flavien, MOS y Didier Fiúza Faustino.
Pezo von Ellrichshausen y Office KGDVS son los autores de las dos primeras viviendas ya construidas. Los primeros entregan una casa concebida a la manera de una plataforma que sugiere a los habitantes la sensación de hallarse flotando y plantea una compleja malla de relaciones visuales entre el interior y el exterior. Simétrica y geométricamente nítida, una de sus claves es el concepto tradicional mediterráneo de atrio y está construida en hormigón, rasgo de identidad del trabajo de esta dupla chilena.
Los belgas Office KGDVS sorprenden con una residencia de planta circular que aniquila cualquier tipo de fronteras entre interior y exterior, haciendo de lo construido un cauce de paso a través del que vincular el paisaje natural y el espacio completamente abierto del patio interior. Que su propuesta figurara entre la lista de cuarenta mejores obras del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Premio Mies van der Rohe 2019 no hace sino augurar la calidad que distinguirá este complejo.