Hay objetos que nos hacen la vida más fácil. Desarrollamos nuestro día a día entre ellos y los sentimos imprescindibles cuando pensamos en conformar una estancia. Su vigencia a lo largo de los años se debe a la alianza próspera entre forma y función. ¿Pero varía su utilidad si tambaleamos un poco su estructura? Eso mismo es lo que el estudio Six Dots Design ha hecho en Contemporary Vanity: una colección donde se ponen a prueba los contornos del mobiliario clásico para reflexionar sobre los muebles del futuro.
Muebles clásicos para una generación moderna
Redefinir una silla con un background histórico puede ser arriesgado. Si su durabilidad en el mercado ha sido tan fructífera, debe ser porque responde de manera eficiente a la necesidad que suple. En la actualidad nos hallamos rodeados de piezas icónicas que nacieron a mediados del siglo XX; un desfile de estéticas depuradas y minimalistas que predican unos valores concretos y reivindican su presencia continua en viviendas, salas de espera o restaurantes de moda.
Pero los tiempos cambian, la visión del mundo cambia e incluso el modo de vivir o de relacionarnos poco tiene que ver con el de hace 15 años. ¿No es suficiente prueba para considerar que los muebles también pueden estar sometidos a esta metamorfosis? O, dicho de otro modo, ¿no deberían los muebles representarnos también como generación?
Cuando Maarten Baas salió de Eindhoven prendiéndole fuego a la silla Hill House 1 de Mackintosh o a la estantería Carlton de Sottsass, demostró algo más que la fuerza de las llamas. “Es una tendencia muy humana mantener las cosas como se supone que deben ser y hermosas como eran originalmente”, decía a propósito de su conjunto Smoke. Razón no le faltaba; aunque quizás solamos celebrar el carácter inamovible como respuesta radical frente a una naturaleza que está siempre en movimiento. Qué sabremos. Lo que sí es cierto es que, si la sociedad deja de ser la misma, lo normal es que los objetos que la acompañen también puedan romper un poco sus esquemas. Como hizo Baas en 2002; como ha hecho Joseph Ellwood 20 años después.
Six Dots Design y el tembleque mobiliario
Fundador del estudio Six Dots Design, a través de sus trabajos Ellwood declara ser un diseñador de nuestra época o, más bien, de su generación. Una característica que ya se vislumbraba en sus asientos This Chair Sucks o I am always broke, sobre los que escribía a mano declaraciones de frustración o franqueza muy gen z.
En el caso de su reciente serie, Contemporary Vanity, subvierte la entereza con la que se percibe el mobiliario de mediados de siglo para que, literalmente, tiemble. Cinco piezas —una silla, una mesa, un espejo tríptico, un perchero y un biombo— que ha realizado en aluminio con acabado bruto, cortadas con láser y elaboradas con fabricación digital. Un uso del material y de los procesos que posibilita su reciclaje a futuro.
Como él mismo cuenta sobre Contemporary Vanity, “esta colección representa la confusión, indecisión y ansiedad de una manera caprichosa y entrañable y pretende cuestionar qué significa reflejar tu identidad a través de los objetos que te rodean”. Y así es como Ellwood doblega la geometría calculada de las obras de Charlotte Perriand o de Jean Prouvé a su ritmo fluido: tan fluido como el género, la identidad, la mentalidad o la expresión de la juventud a la que pertenece. Una acción que captó la curiosidad de la firma Rimowa, con la que ha colaborado en la edición de la maleta Contemporary Suitcase: otra víctima más de sus contornos torcidos.
Está claro que lo conocido también puede expandirse hacia otros derroteros, haciendo que aquello canonizado no deje de tambalearse. Lo que nos hace preguntarnos, ¿veremos la lámpara Arco de Castiglioni abandonar su joroba? ¿Dejará de ser inclinada la Barcelona chair de Mies Van der Rohe? Ya que lo inamovible no se aplica a la práctica de los creadores emergentes, solo queda el aviso: que se preparen todos los iconos.
Es un estudio de diseño multidisciplinar con sede en Londres fundado por el diseñador y artista Joseph Ellwood en 2020.
Cinco piezas: una silla, una mesa, un espejo tríptico, un perchero y un biombo.