Fotos: Iwan Baan
Como cada año la Serpentine Gallery encarga a algún arquitecto o artista crear un pabellón en sus jardines. Estamos acostumbrados a las exposiciones en las que predominan maquetas, fotografías y planos, olvidando que la propia arquitectura puede ser el objeto expositivo y no sólo un elemento contenedor.
Este año los elegidos han sido Herzog & de Meuron y el artista chino Ai Weiwei, que vuelven a colaborar juntos tras el éxito del estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín. La premisa para el diseño fue la excavación en busca de lo olvidado por las otras intervenciones, convirtiendo el proyecto en una zona de encuentro donde el recuerdo de las pasadas propuestas queda muy presente y mueve al visitante a explorar esas historias ocultas representadas por once columnas, mientras los taburetes de formas redondeadas invitan a la conversación.
El pabellón se sumerge en el terreno representado por el corcho, que se usa como material de revestimiento, y a la vez está cubierto por una lámina metálica de forma redondeada e inundada de agua. Esta superficie actúa como un espejo que refleja todo el entorno, integrando el paisaje en la propuesta. También puede, si fuese necesario, vaciarse de forma que se transforma en una superficie donde celebrar eventos.
Lo que lo hace diferente este trabajo de Ai WeiWei y Herzog & de Meuron es la idea en la que se basa: más que buscar una determinada imagen, investiga todo lo que dejaron los anteriores pabellones. Es un concepto difícil de captar si antes no se ha leído lo que los arquitectos pretendían. Pero más allá de esto, la intervención consigue un resultado potente mediante sus geometrías en corcho que recuerdan enseguida a una excavación arqueológica que invita a descubrir lo que esconde.
Serpentine Gallery – Herzog y De Meuron – Ai Weiwei
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