Gomila Mallorca es una colección de edificios, cada uno con su propio carácter derivado de sus colores, materiales y diseño de cubiertas. El proyecto transforma la zona alrededor de Plaza Gomila en el barrio El Terreno. Con un total de 60 nuevas viviendas de diversos tamaños y tipologías así como nuevos espacios comerciales, tras la finalización de esta primera fase inicial, Gomila Mallorca ya está en camino de revitalizar El Terreno: un nuevo barrio residencial vibrante, verde y sostenible.
Centrado alrededor de la Plaza Gomila, cerca del puerto de la ciudad, El Terreno es un barrio histórico de Palma que en los años 60 y 70 fue conocido por su vida nocturna, con famosas actuaciones de músicos como Jimi Hendrix, Ray Charles y Tom Jones en sus bohemias discotecas. Tras un largo periodo de abandono y decadencia, la familia Fluxà, propietaria de la marca mallorquina de calzado Camper, adquirió una serie de parcelas alrededor de la plaza, iniciando un plan de renovación que se hacía eco de la filosofía de Camper de combinar el patrimonio con la innovación y la creatividad.
Cada edificio es diferente y tiene un cromatismo y una identidad propia, conectando con el eclecticismo propio de “El Terreno” dónde las villas tienen su nombre y su personalidad propia. En una cita de 1882 el archiduque Luis Salvador ya recogía esta idiosincrasia tan particular del barrio: “con sus casitas pintadas de blanco, amarillo y azul, el Terreno parece una pequeña ciudad”. Tanto la tipología de vivienda, cómo las características constructivas y de diseño son diferentes en cada edificio, siempre dentro de un lenguaje común e identificable. Se hace especial hincapié en la vida al aire libre, dotando a todas las viviendas de balcones y terrazas y activando el uso de las cubiertas como parte de las viviendas.
Los cinco edificios terminados en la primera fase incluyen el “Gomila Center”, que constituye el corazón del barrio. Proyecto de rehabilitación integral de un diseño de 1979 del arquitecto Pere Nicolau, este edificio blanco presenta en la planta baja un amplio patio abierto al público, un restaurante, oficinas y un gimnasio. Los apartamentos se sitúan en las plantas superiores y se disponen alrededor de este elemento central con una serie de terrazas y balcones escalonados. La estructura del edificio se adecuó para esta nueva visión, creando nuevos núcleos de escaleras interiores para los residentes y comunicando los distintos niveles exteriores del edificio mediante una tribuna. De esta forma la propia plaza Gomila se extiende dentro del edificio y comunica con la calle Bellver, ampliando el dominio público de la plaza.
Al lado del Gomila Center se encuentran las casas rojas conocidas como “Las Casitas”, un conjunto de viviendas adosadas, “Townhouses” que se desarrollan en tríplex alrededor de un patio trasero.
Cada casa es diferente y maximiza el uso del espacio extendiendo la vivienda al sótano gracias a los lucernarios existentes en el patio. El proyecto se corona con un paisaje de terrazas en la azotea que permiten a los vecinos relacionarse entre sí.
Cada vivienda dispone de una terraza a la que accede desde el interior de la propia vivienda. Al desarrollarse desde la calle al patio todas las viviendas disfrutan de ventilación cruzada. Las fachadas se diseñan con un doble gradiente de color, por un lado, el característico color rojo del proyecto se oscurece en la parte central, en la esquina, de esta forma el proyecto enlaza mejor con los edificios adyacentes, y en vertical la textura de la fachada se suaviza en las plantas superiores, creando un efecto más rugoso en contacto con la calle, un ambiente más agresivo, y una textura más fina en las plantas superiores.
Al otro lado del Gomila Center, situado en una prominente esquina de la calle, se encuentran “Las Fabri-Casas”, un conjunto de casas adosadas con tejado en diente de sierra inspirado en un calzado de la propia marca Camper. Esta disposición sierra permite, pese a la compacidad del edificio, que cada vivienda dispone de una terraza exterior. El interior de las viviendas se organiza alrededor de los vacíos y las dobles alturas que se plantean, creando de esta forma una riqueza espacial poco habitual en viviendas de esta escala. Las fachadas repiten la estrategia del degradado, más claro en contacto con el Gomila Center, el edificio blanco y más oscuro en el otro extremo. En este caso la fachada de cerámica azul hidráulica de producción local.
Adyacente a este edificio se encuentra “Terra”, un bloque de apartamentos de baja emisión de carbono construido con bloques de tierra comprimida, con una piscina comunitaria en la azotea que ofrece vistas al cercano castillo de Bellver. 6 apartamentos con sus correspondientes terrazas.
Por último, al otro lado de la calle, en la misma Plaza Gomila, se encuentra el edificio ecológico “La Plaza”, una transformación de un edificio existente que alberga una reposición del histórico bar Bellver, oficinas y una azotea comunitaria con vistas a la bahía y la catedral. El característico colo verde, así como la textura de la propia fachada conecta con el arbolado existente en la plaza.
Los edificios se han proyectado para minimizar el consumo energético cumpliendo los criterios de confort del Passive House Institute. El propio diseño de las casas implementa estrategias pasivas climáticas: persianas en el exterior para el control de radiación y patios en algunos casos para favorecer la ventilación cruzada. Las fachadas y cubiertas se diseñan con espesores importantes de aislamiento, garantizando grandes inercias térmicas y acústicas, junto con carpinterías de altas prestaciones. Los sistemas de climatización y producción de agua caliente son de aerotermia con recuperación de calor, con una importante reducción del uso de gases refrigerantes de efecto invernadero.
El conjunto se complementa con una instalación de autoconsumo fotovoltaico colectivo que aportará unos 30.000 kWh al año, lo que equivaldrá a lo largo de su vida útil a una reducción de emisiones de 170.000 kg de CO2 a la atmósfera o a la plantación de 5.600 árboles. Así mismo la ventilación será con recuperación de calor para una mayor eficiencia energética. Las viviendas así mismo estarán dotadas de suelo radiante para una calefacción con mayor confort. Con el objetivo de ahorrar agua, la grifería dispondrá de limitadores de caudal.
Toda la iluminación será con sistemas LED de bajo consumo. Los materiales siempre que se posible se intenta que sean Km0 de proveedores locales.
La diversidad es la clave del proyecto tanto en el diseño del conjunto como cada edificio en particular. Todos los materiales, las tipologías y las soluciones constructivas son distintas en cada uno de los edificios. Algunos de los diseños son más apropiados para viviendas familiares, mientras que otros son más adecuados para apartamentos para solteros o parejas; algunos edificios son totalmente residenciales, mientras que otros incorporan funciones comerciales. Esta diversidad de personas y espacios ayudará a devolver a El Terreno la vitalidad perdida
Gomila Mallorca activa una nueva centralidad en Palma, un nuevo punto de encuentro y referencia no sólo para la gente del barrio, sino para todos los ciudadanos.
Se trata de un proyecto único en la ciudad donde cada uno de los siete edificios destaca por su propio diseño individual y, sin embargo, al mismo tiempo forman parte de un conjunto único que da a la zona de Gomila un nuevo impulso.
- Estudio
- GRAS Reynés Arquitectos + MVRDV