El último interior salido de la factoría Nendo es una oficina resuelta con una delgadísima celosía orgánica de acero troquelado, que funciona con la levedad de una hoja de papel y que evoca, en términos abstractos, el sistema expansivo y autogenerado del universo virtual de Pokémon.
Otra píldora creativa de Nendo
A Oki Sato —creador de esa inmensa franquicia de producir diseño llamada Nendo— le relaja “trabajar en 400 proyectos a la vez”, según declaró hace ya algunos años. No es fácil encontrar semejantes niveles de facundia en la escena internacional. Bastante es que, con semejante planteamiento, no flaquee la competencia técnica y la limpieza de ejecución; pero eso nunca falla. La maquinaria funciona a la perfección en el destilado constante de objetos e interiores elegantes, minimalistas y japoneses.
No es sorprendente que sus servicios hayan sido requeridos, en más de una ocasión, por el universo Pokémon: esa cosmogonía de la era digital que se expande, evoluciona y se autoconfigura convocando la interacción de millones de personas desde 1996. El estudio ha coordinado y controlado la realización de varias series de cartas para el Pokémon Trading Cards Game, la más característica de las extensiones no virtuales de este mundo alternativo de monstruos de bolsillo. Una especie de híbrido entre los cromos y las barajas que funciona de ambas maneras: su número es indefinido y, por tanto, son coleccionables; pero se juega con ellas como si fueran naipes con reglas cambiantes.
El imaginario Pókemon inunda Creatures Inc.
Creatures Inc. —la empresa que las desarrolla— le ha encargado también a Nendo el interiorismo de la parte representativa de sus oficinas y la solución se basa en la estructura básica de estas tarjetas. El estudio de Sato ha dispuesto un esquema orgánico de particiones, consistente en una sutilísima lámina continua de acero de 2,5 milímetros de grosor. Sobre ella, se ha troquelado con láser el esquema de las cartas a su tamaño real (63 x 88 milímetros), que se repite componiendo un patrón abstracto. Una vez troqueladas, estas se han doblado a mano formando 12 ángulos diferentes respecto a la lámina. De esta manera, se gradúa el grado de visibilidad hacia afuera y también desde afuera de los cubículos curvos que define.
El resultado es un espacio fluido, iluminado con destreza, en el que el acero se comporta visualmente como si fuera una superficie de papel retroiluminado. La variedad de giro de los elementos evoca vagamente el universo evolucionista y autogenerado de Pokémon y las particiones funcionan, en cierto modo, como un fantasmático muro corporativo a medio desmaterializar. Una suerte de mural pop debidamente tamizado por los filtros de la elegante levedad japonesa. No estamos ante una propuesta con el sugerente valor genérico de las particiones circulares y rodantes para Kokuyo que presentaron en el Orgatec de 2016, pero tampoco es ese el propósito, circunscrito aquí a específicas demandas corporativas. Nendo ha inventado la celosía. De la marca Nendo, eso sí.
En este enlace puedes leer sobre otros proyectos de Nendo.
Nendo es un estudio de diseño japonés fundado en 2002 por Oki Sato, que trabaja en proyectos de diseño a nivel mundial. La primera oficina estaba situada en Tokio y en 2005 abrió una segunda oficina en Milán.