Imaginemos un grupo de jugadores de pelota valenciana. Imaginemos sus entrenamientos, sus rutinas, las relaciones de confianza y amistad que se establecen entre ellos. En muchos casos, el deporte une tanto que los equipos se convierten en familia. Y, al igual que todas las familias, necesitan un sitio en el que reunirse y celebrar lo bueno y lo malo. Las victorias y las derrotas. Las despedidas y las nuevas incorporaciones. Un espacio en el que compartir la vida, eso es Pelayo Gastro Trinquet.
Ese lugar ya existía en Valencia desde hace nada menos que 150 años, pero requería de un cambio, de una adaptación a las nuevas generaciones y a sus nuevas demandas. Y por eso se decidió reinventarlo añadiendo una oferta gastronómica y cultural. Es ahí cuando nace Pelayo Gastro Trinquet, ideado por el interiorista Carlos Serra, del estudio Mercader de Indias.
Hablamos de un restaurante donde tradición y modernidad se fusionan en el mismo plato. La que fuera catedral de la pelota valenciana ha sido cubierta con pavimentos Persian White de L’Antic Colonial y Pro-Part Laton Old Bronce de Butech, ambos de la firma española Porcelanosa. El ladrillo y las vigas vistas nos recuerdan la historia de este local, todo lo vivido entre sus paredes. Una gran escultura del artista fallero Manolo García —que representa la mano de un pelotari hecha de láminas de madera— parece dirigir lo que allí sucede. Mientras, los comensales comparten mantel rodeados de textiles de un azul intenso que emociona y de estampados que le hacen un guiño a la riqueza vegetal de La Albufera. Los baños, proyectados en un fresco blanco y azul, están equipados con la grifería Urban y los lavabos Glove II y Jam de Noken Porcelanosa Bathrooms.
Para acabar, la excelencia en los fogones la pone Pablo Margós, un chef capaz de llevar los sabores más clásicos de la huerta valenciana al entorno más vanguardista posible. Gastronomía y diseño se sientan a la mesa.