Amiga de la síntesis y alejada de redundancias, la diseñadora asturiana afincada en Milán apela a su memoria emocional y a las palabras de sus maestros para dar forma a un vasto universo de espacios y objetos de mobiliario.
Diseñadora española en Milán
Una gran producción y una vigorosa versatilidad son el resultado de su fértil inspiración. El trabajo de la diseñadora española Patricia Urquiola podrá verse en una exposición monográfica durante la próxima edición del Madrid Design Festival.
Es ELLA. Es la diseñadora española. Respetada, admirada, requerida, Patricia Urquiola se ha convertido en el referente de género en su profesión y en un ejemplo de creatividad y seriedad para sus colegas, para las firmas con las que trabaja y para el público. Siempre ha llamado la atención por rara avis femenina en un entorno predominantemente masculino y por su ingente capacidad de trabajo. Esto se traduce en una fértil producción que la lleva a colaborar con muchas compañías y estar omnipresente en las grandes ferias internacionales, pero siempre sin perder un ápice de originalidad y de innovación.
Patricia Urquiola nació en Oviedo, pero terminó su formación en Milán, donde llegó joven y entusiasmada a pesar de las resistencias familiares. Allí es donde vive desde entonces y donde en 2001, con 40 años y con las ideas claras, abrió su estudio dedicado al diseño de producto, a la arquitectura y al desarrollo de espacios. En este ámbito ha firmado, entre otros muchos proyectos, el Museo de la Joya de Vicenza, el Hotel Mandarin Oriental de Barcelona, el Hotel Das Stue de Berlín, el Spa del hotel Four Seasons de Milán; showrooms e instalaciones para Gianvito Rossi, BMW, Missoni, Moroso, Molteni, Officine Panerai, H&M y Santoni y la concepción general de Pitti Immagine en Florencia. Desde el 2015 es, además, directora artística de Cassina.
Subirse a los hombros de los gigantes
Patricia Urquiola insiste en ser dueña de una energía muy consciente y sostiene que ha podido avanzar porque venció prejuicios, porque dijo no al no y porque respetó su identidad y sus planteamientos para hacerse entender. Lo cierto es que se ha ganado un lugar en la profesión gracias a su tenacidad, a su talento para la observación y a su espíritu curioso, que supo captar lo mejor de sus maestros y de aquellos con quienes trabajó. En una entrevista a Patricia Urquiola es inevitable preguntar qué criterios y aproximaciones dan forma a su manera de hacer. Para responder, alude al ánimo de transformación, a una actitud de duda meditada y a un perenne cuestionamiento que la lleva a asumir esa frase, hoy tan en boga, pero que ella hizo suya hace más de 30 años: salir de la zona de confort.
ROOM Diseño.- Siempre ha estado agradecida a los maestros que han marcado su camino.
Patricia Urquiola.- Tuve la suerte de tener grandes mentores en mis primeros años en Milán, como Achille Castiglioni, Vico Magistretti y Maddalena De Padova, que impactaron mucho en mis inicios profesionales. Recuerdo que en la universidad a los alumnos les encantaban las clases de Achille, que llegaba con maletas llenas de cosas; hablábamos de todo: de la forma, de la relación con el cuerpo humano, de las capas de conocimiento popular que daban vida a objetos increíbles… Vico y Maddalena me enseñaron la importancia de la experimentación y el valor de los errores. Tenían una poética minimalista, una esencialidad que aún hoy me acompaña.
R.D.- ¿Cómo le afectan la urgencia de novedad o la vanguardia que exige el sector?
Patricia Urquiola.- Tanto mi entorno como yo misma estamos en continuo cambio y, por lo tanto, también lo hace mi trabajo. Es esencial tener un crecimiento y una progresión, porque nada es estático. Aunque hay algo bastante constante: la intención de establecer una especie de conversación con el desconocido que interactuará con mis obras. Esto es una de las cosas que Castiglioni me inculcó y que trato siempre de aplicar sin atender a las demandas de ninguna moda.
Una mirada 360⁰
Entre esas enseñanzas —sello de la influencia italiana—, asumió que la arquitectura podía ampliar el campo y dialogar con el diseño, la cultura y la industria. De Castiglioni aprendió también “a desarrollar el método de la síntesis, a afrontar las propuestas con nuevas tecnologías y a apostar por un lenguaje muy sintético”.
Pero, sobre todo, eligió que debía sentirse libre, emprender cada desafío “como un juego de posibilidades”, dar los pasos con determinación y sin temor para entender la complejidad de cada caso. “Me gusta implicarme en todos los problemas, dar opiniones, comentar la gráfica y todos los componentes que están ligados al proyecto”, sostiene sobre esta integradora mirada 360⁰ que la lleva a involucrarse en aspectos del proceso más allá del propio objeto o de los materiales.
R.D.- ¿Cómo ejercita su creatividad?
Patricia Urquiola.-La inspiración es algo bastante abstracto en realidad, no es un desarrollo lineal, no es algo que uno atrapa y usa. Cada uno de nosotros tiene su propia memoria emocional, que proviene de la forma en que estudias, la forma en que viajas, la forma en que haces muchas cosas. Y todo ello se acumula con el tiempo. A largo plazo, esta memoria se mezcla con las reacciones inmediatas frente al mundo que nos rodea, y a veces un pequeño detalle se convierte en una obsesión y de ahí pasa a ser un plan.
R.D.- ¿Cómo diferenciarse en un sector tan prolífico?
Patricia Urquiola.-Este es uno de los retos de mi carrera. Puede parecer lo contrario, pero un calendario muy apretado y el cambio incensante de una propuesta a otra ayuda a crear vínculos, conexiones y una cierta sinergia entre ideas, personas y encargos, lo que conduce a un tipo de investigación que evoluciona constantemente e influye en otros trabajos. Es una especie de ciclo esencial.
R.D.- Usted dice que su relación con las firmas es como la de una acompañante que orienta y que descubre.
Patricia Urquiola.-El diálogo con los clientes es una parte esencial, y en esa ida y venida surgen grandes soluciones. Quiero decir con esto que no hay proyecto sin diálogo y que no hay ningún procedimiento lineal. Me gusta dar la vuelta a las cosas, obtener una nueva perspectiva en algún momento del proceso.
Moroso, Gandía Blasco, Laufen, Andreu World, Alessi, Flos, Viccarbe, Cassina, Kartell, Louis Vuitton… Con ellos busca nuevas maneras de producir, propicia la experimentación con la exigencia de controlar la calidad y hace que las ideas se vuelvan de todos en un intercambio donde se entrelazan razón, emoción, sentido común y belleza.
El resultado de dicho diálogo son planteamientos que evidencian rigor formal, armonía y delicadeza, y líneas estilizadas y limpias que no renuncian ni a la sensualidad ni a la sorpresa. Como hemos visto, por ejemplo, en las colecciones para la firma española Andreu World. Urquiola habla de sobriedad, de esencialidad, de ser flexible y de huir de grandilocuencias. Y, por supuesto, de entender la naturaleza de los materiales.
Patricia Urquiola.-Me fascina la dirección que está tomando el mundo de los materiales; hay mucha investigación sobre cómo reutilizarlos, pero también sobre cómo crearlos. Pienso que necesitamos encontrar una manera de reinventar nuestra realidad a través del diseño y la producción. Tenemos que ser sostenibles en todos los aspectos, y esto es una discusión abierta con todos mis clientes. Casi todos, por ejemplo, estamos en la ruta de intentar utilizar elementos y técnicas que requieran menos agua.
Madera, metal, mármol, plástico. No duda en estudiar lo que mejor se adapta a cada proyecto, pero entre los materiales, el textil es sin duda uno de los hilos conductores de su porfolio. Entramados, patchwork de tela y piel, lanas, yutes o urdimbres hacen que la tecnología y la artesanía no sean universos opuestos y generen, juntos, distintas formas en una amplia y singular paleta de colores y grafismos que visten sus confortables y vistosos asientos: butacas, sillas y sofás, chaise longues, pufs. Claros ejemplos son el sofá modular Love (me) Tender (Moroso, 2014) —un conjunto de piezas versátiles enfundadas en una preciosa y colorida tapicería que invita inmediatamente a ser acariciada—, la geométrica serie outdoor Garden Layers (GAN / Gandía Blasco), la conceptual y lúdica propuesta de Bandas (GAN / Gandía Blasco) o la colección Kettal Vieques, que aplica el revolucionario tejido tridimensional Nido d’Ape, concebido por la marca especialmente para esta selección.
Crear objetos y espacios útiles, cómodos y sin distorsiones. Esos son los ejes que articulan su universo. En su manera de diseñar, Patricia Urquiola reivindica la intersección entre la forma con que uno vive y la forma en que se experimenta la realidad. Y es en la conexión de ambos puntos donde ella encuentra el motor, el lugar en el que surgen sus ideas.