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Paredes que se abren, puertas que no llevan a ningún sitio, sillas que invaden un museo, mapas de Londres convertidos en metáfora de su neblina… Los interiores de los japoneses Nendo tienen algo de cotidianidad surreal, ese punto de escenografía Lewis Carroll, al que el estudio añade suaves dosis de ironía. Una filosofía creativa que pretende resetear lo habitual a la búsqueda de lo inesperado.

hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011. nendo. Diseñador japonés
hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011
hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011. nendo
hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011
hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011. nendo. Diseñador japonés
hin black lines + dancing squares. Taiwan 2011

La inteligencia de un diseñador japonés

Japón es un país discreto. Frente al exceso mainstream de la vecina China, el diseño en todas las escalas que viene de territorio nipón (producto, interiorismo, arquitectura) suele ser delicado, sutil y a veces casi invisible: un discurso blanco, de formas simples, que no solo aporta soluciones inteligentes y carentes de ostentación, sino que responde perfectamente a una tradición elegante y comedida. Sanaa, Yoshioka, Shiro Kuramata, Sori Yanagi, Fuse Atelier… En esta línea es en la que hay que entender el trabajo de Nendo. Aunque frente al misticismo casi zen de algunos de estos nombres, Nendo elabora propuestas más irónicas y con cierto sentido del humor: creaciones, en definitiva, de trazo más tangible y -cómo decirlo- menos ascéticas. Y al frente de todo esto, la cabeza pensante del estudio: Oki Sato

MD.net Clinic. Tokyo 2010. nendo. Diseñador japonés
MD.net Clinic. Tokyo 2010
MD.net Clinic. Tokyo 2010. nendo. Diseñador japonés
MD.net Clinic. Tokyo 2010
MD.net Clinic. Tokyo 2010. nendo. Diseñador japonés
MD.net Clinic. Tokyo 2010

Nendo es Oki Sato

Nacido en Toronto (Canadá) en 1978, Oki Sato se trasladó a Tokio desde muy pronto donde estudiaría arquitectura. Tras graduarse en 2002 en la Universidad de Waseda, ese mismo año organizó un viaje a la Feria del Mueble de Milán junto a varios amigos. Un viaje iniciático, como él ha reconocido en varias ocasiones, que de algún modo lo puso en la bandeja de salida. Llegar a la ciudad italiana y ver toda esa condensación planetaria de creatividad, fue como una revelación: decidió dedicarse al diseño. Y así fue. Veni, vidi, vici: volvió de Milán, de inmediato fundó Nendo juntos con sus compañeros de viaje y una década después el estudio se ha convertido en el centro de todas las miradas.

Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012. nendo. Diseñador japonés
Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012
Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012. nendo. Diseñador japonés
Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012
Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012. nendo. Diseñador japonés
Mimicry chairs. Victoria and Albert Museum, Londres 2012

Premios, exposiciones, invitaciones a ferias y muchas propuestas, acreditan la eficacia de su trabajo. De hecho, nos comentan desde Tokio que actualmente tienen en marcha casi 200 proyectos. Desde producto a arquitectura, pasando por gráfica, interiorismo o espacios expositivos. Y todo unido por un único concepto: líneas limpias, sencillas, alejadas de toda afectación, y muy precisas. En palabras del propio Sato, un diseño que permite establecer con el usuario un vínculo afectivo, donde la funcionalidad cobra un sesgo poético. Y para ello, Sato recurre a la extrañeza. O lo que él llama “pequeños momentos” donde lo inesperado surge de lo cotidiano.

Stone Garden. Caesarstone. Nendo. Diseñador japonés
Stone Garden. Caesarstone

“La vida diaria es la mejor fuente de inspiración”, ha dicho Sato en más de una ocasión. Una afirmación que nos lleva directamente al rocódromo del gimnasio Illoiha Omotesando (Tokio, 2006). En vez de utilizar las piedras habituales (presas) para ascender, Oki Sato propuso los objetos que normalmente encontramos en una pared: espejos, marcos, muebles, jaulas, cabezas de ciervo, o pequeñas esculturas. Como un sutil Man Ray del diseño, para este proyecto Sato transformó la cotidianidad de una pared y le dio una nueva lectura en la que convergen estética, sorpresa y funcionalidad.

Stone Garden. Caesarstone. Nendo. Diseñador japonés
Stone Garden. Caesarstone
Stone Garden. Caesarstone. Nendo. Diseñador japonés
Stone Garden. Caesarstone


Versátiles hasta la extenuación, en Nendo aceptan cualquier tipo de proyecto. Eso sí, y como el mismo Sato reconoce, proyectos que lo emocionen, y en los que las necesidades del cliente puedan convertirse en algo parecido a un relato. “Nuestro trabajo -insiste desde Japón- supone cuestionar los límites del interiorismo, pero sobre todo supone tener una historia que contar”. En este sentido, cuando el estudio recibió el encargo de realizar el interior de la tienda Indulgi-Kyoto (2011), Sato pudo comprobar que la estructura física del local acabada con cualquier forma de misterio: un lugar pequeño y alargado que se contempla de un vistazo. Teniendo en cuenta que el misterio es justamente una importante estrategia de marketing, Sato decidió resolver este conflicto llenando el establecimiento de puertas que no van a ninguna parte. Además de impedir verlo todo de un golpe, el juego de puertas crea una expectación onírica en el cliente, que lo obliga, además, moverse por el espacio de una manera diferente.

My London. Established and Sons. Londres 2011. nendo. Diseñador japonés
My London. Established and Sons. Londres 2011
My London. Established and Sons. Londres 2011. nendo. Diseñador japonés
My London. Established and Sons. Londres 2011
My London. Established and Sons. Londres 2011. nendo. Diseñador japonés
My London. Established and Sons. Londres 2011

Las puertas cobran un uso relevante, casi de estilo, en el universo Nendo. También las vemos en la MD.net Clinic, un hospital psiquiátrico en Akasaka, Tokyo. Huyendo del ambiente aséptico de un centro médico, Nendo quiso romper las percepciones habituales de un lugar de este tipo, y como en una película de misterio, las paredes son las que se abren, “en un intento -nos dice Oki Sato- de abrir nuevas puertas en el corazón de los usuarios”.

Indulgi. Kyoto 2011. Nendo. Diseñador japonés
Indulgi. Kyoto 2011
Indulgi. Kyoto 2011. Nendo. Diseñador japonés
Indulgi. Kyoto 2011

4.
Para las áreas expositivas no comerciales, el planteamiento es similar: la sorpresa como herramienta para mejorar la experiencia del espectador. En la pasada edición del London Design Festival, Nendo llevó a cabo la intervención Mimicry chairs: una colección de sillas de metal blanco repartidas por el Victoria and Albert Museum. Sato consiguió que un elemento tan residual en un museo como es un asiento, sirviera de soporte para replantear la relación del visitante con el propio edificio. Una instalación no exenta de ironía, donde la forma de cada silla se pensó según el lugar que fueran a ocupar: en las escaleras, en los pasillos, por las paredes, o incluso flotando en el aire. Porque la ingravidez también forma parte del discurso de Nendo. Por ejemplo, en la tienda de Camper-Osaka los zapatos sobrevuelan la cabeza de los clientes.

Spiral Garden. Hirata No Boshi. Tokyo 2011. nendo diseñador japonés
Spiral Garden. Hirata No Boshi. Tokyo 2011

O en la Spiral Garden (Tokyo-2011), la exposición-homenaje al sombrerero Akiro Hirata, se ideó una nebulosa blanca: 4.000 sombreros fabricados en serie invadieron la galería, en contraste con las delicadas artesanías de Hirata, que resaltaban como gemas entre tanta uniformidad nívea. Esta percepción nebulosa, casi atmosférica, fue la misma con la que Nendo concibió el showroom de Established & Sons en el London Design Festival de 2011: 25.000 mapas de los barrios de Londres, impresos en papel de calco y colgados por la exhibition area, para despertar sentimientos íntimos hacia la capital británica.

Illoiha Omotesando Fitness Gym. Tokyo 2006. nendo. Diseñador japonés
Illoiha Omotesando Fitness Gym. Tokyo 2006

5.
Puertas inesperadas, sombreros arrastrados por el aire, corrientes de agua dibujadas entres los objetos… Las estrategias creativas de Nendo se basan en una interpretación emocional de los espacios, en la utilización de elementos cotidianos que rompen los esquemas del espectador y que le proponen otras maneras de interactuar con el entorno. Algo muy acorde con el nombre del estudio, Nendo: palabra que en japonés significa “arcilla”, y que para Sato representa la libertad y la flexibilidad. Dos ideas con las que el diseñador ha hecho de lo multidisciplinar un campo de experimentación en esa exploración de lo nuevo sin miedo a equivocarse; en esa dialéctica del “prueba-error” que Sato defiende como la única vía de conocimiento. En fin, una voluntad de búsqueda que define totalmente la filosofía del estudio y que muchos años antes Charles Eames sintetizó en esta frase sublime y programática: “Me gustaría tener a gente trabajando en proyectos inútiles, porque ahí está el germen de los nuevos conceptos”.

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