De Roll Chair, lo que más nos gusta es el punto de partida, la inspiración. Para nosotros, cualquier objeto cotidiano —por insignificante, poco llamativo o absurdo que pueda parecer— puede funcionar como espoleta del desarrollo creativo
En el caso de la silla Roll para Sancal, fue algo tan prosaico como las máquinas que se utilizan para trabajar los cuádriceps en el gimnasio.
Desde ese momento, darle la vuelta al concepto para convertirlo en un producto totalmente diferente nos sumerge en un proceso tan complejo como excitante, donde no puede faltar la imaginación, pero sin perder de vista que el resultado ha de ser funcional.
Roll es casi una ironía: proviene de un artilugio pensado para ejercitar las piernas y termina transformándose en otro diseñado para relajarlas. Y lo hace de una manera tan fluida, tan casual que, cuando se capta el significado, no podemos evitar esbozar una sonrisa.
Otra cosa que quisimos conseguir con ella era reducir la noción de “silla” a la mínima expresión. Sillas hay muchas y muy parecidas; nosotros queríamos que esta destacara por su simplicidad y su pulcritud. Un back to basics en toda regla. Así, Roll no es más que la suma de dos componentes esenciales: tubos de acero para la estructura y dos almohadillas cilíndricas para conformar el respaldo y el asiento.
Nunca hemos ocultado que nos sentimos irremisiblemente atraídos por la belleza de lo elemental y las formas geométricas puras. Roll no es, ni más ni menos, que la síntesis de esta pasión. Su atípica silueta, en las antípodas del arquetipo, y el juego visual de los cilindros elevan este objeto cotidiano e industrial a la categoría de pieza artística. Un cariz que se torna más evidente cuando se apilan varias unidades, ya que el resultado es una especie de escultura de lo más alienígena.
La vertiente lúdica y divertida es algo que no puede faltar en nuestros trabajos. En definitiva, Roll resume muy bien nuestra aproximación al diseño: sencillez, geometría, funcionalidad, imaginación y diversión. Todas estas características le aportan a un pequeño mueble lo que necesita para perdurar en el tiempo y hacer de él algo icónico. Y es por esto por lo que nos fascina.