El problema global de los residuos no para de crecer. Desde hace varias décadas se buscan alternativas e iniciativas para sustituir, en gran medida, el plástico de un solo uso y otros materiales nocivos para el medioambiente. Una tarea que corresponde, principalmente, a las grandes industrias, sin olvidar la responsabilidad de los gobiernos, y que el mundo del diseño intenta atajar con propuestas biosostenibles y materiales ecológicos como los desarrolladas por Jun Aizaki o la empresa mexicana Adriano Di Marti.
El arquitecto de origen japonés Jun Aizaki es fundador de CRÈME, un estudio de diseño ubicado en Brooklyn en el que se abordan proyectos de diferente índole como identidades gráficas, desarrollo de producto y hasta estructuras. Una de estas propuestas es HyO-cup, un recipiente apilable hecho de piel de calabaza que se postula para sustituir tazas y vasos desechables. El proceso empieza con la confección de moldes impresos en 3D, después se coloca en ellos la calabaza durante su fase inicial de crecimiento ―de este modo va adoptando la forma requerida― y, por último, se corta la cucurbitácea y se deja secar.
La inspiración para la creación la HyO-cup radica en la técnica del moldeo ―conocida en Japón― con la que se consiguen sandias con forma cúbica para facilitar su transporte y apilamiento. Además, la piel de las calabazas ha sido utilizada a lo largo de la historia por diferentes culturas para fabricar menaje de cocina y envases de almacenamiento.
En febrero de 2019, la HyO-cup obtuvo una mención especial en el concurso NextGen Cup, iniciativa impulsada por Starbucks y McDonald’s asociadas con IDEO, donde también se incluyen Coca Cola, Nestlé, ¡mmm! Brands y Wendy´s, que busca soluciones sostenibles e innovadoras para atajar la contaminación que provocan las grandes marcas.
En la misma línea, Adriano Di Marti, empresa fundada por Adrián López Velarde y Marte Cázarez en Guadalajara, México, nos propone Desserto: cuero vegano a partir del cactus.
Tanto Adrián como Marte estaban familiarizados con la producción del cuero ―que genera muchos desechos― y se interesaron por reducir su impacto ambiental. Tras una investigación de dos años, dieron con un material que por ser elástico, personalizable y transpirable, puede competir con la piel animal o sintética.
El cactus o nopal crece de manera ecológica y no necesita pesticidas. Para transformarlo en cuero se corta y se deja secar, luego se procesa y se mezcla con elementos químicos no tóxicos.
Finalmente, se le da forma con diferentes texturas y colores. Por todo ello, Desserto tiene acceso directo al mercado del lujo, no en vano está entre los primeros 30 finalistas del premio a la innovación LVMH 2020.
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