Situado en un solar de 69 m2 en el centro de Hanoi, Maison KN se erige como una vivienda unifamiliar con una fachada de franjas rojas y un interior muy peculiar. Un experimento de Nghia-Architect para afianzar su visión de la nueva arquitectura vietnamita.
Nghia-Architect. La nueva arquitectura vietnamita
Tuan-Nghia Nguyen se formó como arquitecto entre Vietnam —su país de origen— y Francia, estableciendo en 2015 su despacho, Nghia-Architect, en la ciudad de Hanoi. Desde allí, desarrolla una práctica centrada en una arquitectura sostenible que integre los conocimientos y la experiencia que absorbió de Oriente y Occidente para cumplir su objetivo: crear una nueva imagen de la arquitectura contemporánea vietnamita.
Su trabajo está esencialmente focalizado en el ámbito residencial y se distingue por la intensa vinculación que plantea entre edificios, elementos vegetales y la exploración de las relaciones entre espacios interiores y exteriores. Es por eso que su nuevo proyecto, Maison KN, aparece como un ejercicio rupturista en su trayectoria. Una casa unifamiliar vertical que se eleva —firme en su singularidad— en el casco histórico de Hanoi, una de las zonas con mayor densidad constructiva de esta capital.
Enfrentar la alta densidad desde Maison KN
De ese modo surge el principal propósito de la vivienda: contrarrestar la concentración en un área gravemente afectada por los bombardeos estadounidenses durante la Guerra de Vietnam. Un hecho que se tradujo en su reconstrucción posterior a gran velocidad, solo sustentada en la guía de una mínima intervención urbana. Esta consecuencia provocó una sobredensidad, que dio lugar a un paisaje de múltiples callejones apiñados con falta de luz y ventilación.
Debido a esa complejidad en el tejido circundante, Maison KN termina por definirse fundamentalmente desde su interioridad. Y teniendo en cuenta que la residencia posee dos propietarios —los dos hijos mayores de una misma familia—, Nghia-Architect buscaba establecer un entorno doméstico singular que facilitase tanto la cohabitación como la privacidad entre los dos pequeños núcleos habitacionales.
Arquitectura sostenible para otear el vecindario
Dispuesto en un área de 69 m2, el hogar se eleva en varios niveles conectados entre sí mediante rampas y escaleras. Una claraboya en la azotea facilita la entrada de iluminación natural, mientras que un jardín en el tercer piso se posiciona como el rasgo protagonista del inmueble al vincular interior y exterior. Asimismo, este rincón funciona como un pequeño santuario fértil, donde pueden cultivarse diversos tipos de plantas gracias al microclima y biosistema circulatorio existente: un método de riego y fertilización que opera como un ecosistema autosuficiente. En esta misma planta, destaca la presencia de una pasarela de acero blanca —un componente genuino—, que dibuja una curva sinuosa y fluida, dando una impresión de gracilidad y transparencia a todo el conjunto.
Hacia la calle, Maison KN define su individualidad a través de su fachada: esbelta, roja y con un patrón de líneas desordenadas, inspiradas en la vista aérea de los tejados de alrededor. Esto origina una alternancia de franjas sólidas y vacías, cuya altura y ubicación permite tener desde dentro diferentes perspectivas visuales del vecindario. Una particular radicalidad dentro de la labor de Nghia-Architect, que emerge de una cuidadosa profundización y experimentación al querer darle forma a requerimientos contemporáneos en el ámbito residencial.
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Es un estudio de arquitectura fundado por Tuan-Nghia Nguyen en 2015, que focaliza su labor arquitectónica en proyectar arquitectura sostenible dentro del ámbito residencial.