De igual manera que la florentina familia Médici o la milanesa Sforza durante el Renacimiento, Cassina se ha posicionado como la marca mecenas dentro del mundo del diseño contemporáneo. A través de su programa Patronage, la firma italiana apoya el talento joven internacional con la intención de desarrollar sus ideas creativas. La primera ha sido Linde Freya Tangelder, una diseñadora y artista holandesa que entrará a formar parte del catálogo de Cassina con su colección Soft Corners.
Cassina y el talento joven
“Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” es un refrán que llama a la cautela, algo que en territorios creativos no debería tomarse tan en serio. Financieramente, las firmas de mobiliario encuentran en apellidos como Starck, Urquiola o Bouroullec un acierto seguro, tanto por la calidad de su trabajo como por la larga trayectoria que cargan a sus espaldas. Pero hubo una vez que esos mismos Starck, Urquiola o Bouroullec apenas eran letras entre la marabunta nominal de su generación, deseosa de hacer tangibles sus bocetos. Quién sabe si, de aquí a unos años, el nombre de la diseñadora holandesa Linde Freya Tangelder entrará a formar parte de ese olimpo. Por el momento, Cassina parece confiar bastante en su futuro.
Pocas personas pueden decir que han sido descubiertas por el CEO de una gran compañía en una revista que ojeaba bajo una sombrilla. Esta pintoresca estampa, que condujo a un intercambio de emails y que ha resultado en la serie Soft Corners —presentada próximamente en el Salone del Mobile de Milán— y la exposición Solidified Reflections: Rooted Flows para la Carwan Gallery ateniense, han sido los inicios de un proyecto de mecenazgo que va a cambiar muchas cosas en el panorama del diseño. La plataforma Patronage de Cassina sigue la estela de aquellas familias influyentes del Renacimiento para darle a jóvenes talentos la oportunidad de explorar y de experimentar con nuevos materiales y procesos de producción. Una zona segura para innovar sin restricciones.
El trabajo de Linde Freya Tangelder
Seleccionada como diseñadora del año en 2019 e integrante del colectivo belga Brut, la elección de Linde Freya Tangelder responde a varias cuestiones. Por un lado, la presencia indiscutible del lenguaje arquitectónico en su porfolio y, por otro, su cercanía al art design. Sus piezas tienden a descomponerse y a recomponerse, a encajar y a desarmarse como una alusión obvia al título de su estudio fundado en 2015: Destroyers/Builders.
En la exhibición Solidified Reflections: Rooted Flows —fruto de su estancia en IN Residence, Turín—, los conjuntos modulares en metal, vidrio o madera maciza —mención especial a su Low Bench en distintos materiales— representan ese apego a la arquitectura clásica desde una mirada manufacturera muy cruda.
Elementos como arquitrabes, columnas o pilares se aíslan de su contexto para reinventarse con otras siluetas más domésticas y otras funcionalidades. De hecho, la colección Soft Corners para Cassina —compuesta por tres pufs y una mesa— se plantea como un ejercicio que sigue la misma estela arquitectónica. En esta ocasión, los volúmenes escultóricos se desarman y entrelazan estableciendo bloques de textura vibrante y acolchada. Cada asiento está realizado en estructura de madera y caucho, mientras que la mesa, más industrial, se ha producido en acero y está formada por tres cuerpos que conservan la misma sinuosidad de los pufs, pero atendiendo a la dicotomía de llenos y vacíos. La perfecta combinación entre estos cuatro objetos permite configurar en los espacios un paisaje que se cuestiona la presencia y la ausencia del mobiliario, así como la ruptura de sus propios contornos.
El patrocinio de Cassina abre las puertas a distintas maneras de concebir un mueble. Esta colaboración con Tangelder es tan solo el pistoletazo de salida a un programa que asegura un diálogo amable entre la edición limitada y el trabajo en serie. El talento joven ha encontrado un nuevo Médici que lo respalde, ¿quiénes acabarán siendo sus protegidos?
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Es una artista y diseñadora holandesa, fundadora del estudio Destroyers/Builders, con sede en Amberes.
Fundada en 1927, la firma Cassina vivió un verdadero cambio en los cincuenta cuando lanzó el diseño en Italia. Los hermanos Cesare y Umberto Cassina fueron pioneros en recorrer el camino que media entre la artesanía y la producción industrial. Y siempre con un espíritu investigador y futurista.