Pionero. El teléfono ha sido, desde su invención, uno de los aparatos que mayor impacto ha causado entre nosotros. Ha estado presente en momentos importantes de nuestras biografías, y se ha ido modernizando hasta convertirse en un pequeño ordenador portátil. Su evolución lo ha llevado a transformarse en un objeto móvil, pero, como muchos hemos vivido, no siempre fue así.
De entre los predecesores del teléfono móvil siempre nos ha llamado la atención uno en concreto: el Western Electric 500 diseñado por el estadounidense Henry Dreyfuss para la compañía Bell en el año 1949. Se buscaba reemplazar el modelo 302, también perteneciente a Bell. El nuevo modelo mantenía el rotary system, aquel sistema de marcación mediante rueda rotatoria, pero corregía el problema de que los números se borrasen con el uso: en modelos anteriores estos se encontraban en el interior del círculo y Dreyfuss los situó en la parte exterior. De esta forma, las llamadas erróneas como consecuencia de un mal marcado disminuyeron considerablemente, demostrando que con un pequeño cambio se pueden producir enormes mejoras.
Su envolvente también mejoró, mostrándose más compacta. Se suprimieron algunas de las líneas del modelo 302 y se redondearon los cantos, lo que facilitaba su fabricación al permitir sacar las piezas del molde rápidamente, y a la vez le otorgaba una clara estética styling propia del diseño americano de aquellos años. Pero se trata de un caso en el que se puede apreciar una vertiente científica. Su concepción se produjo tras varios años de investigación compartida entre Dreyfuss, los laboratorios Bell y la Western Electric. Querían mejorar su exterior, su ergonomía y también su funcionamiento. Pronto se convirtió en un superventas, introduciéndose en miles de hogares y siendo un objeto común de la vida cotidiana.
A pesar de ser habitual en todos los hogares durante décadas, en la actualidad es irreconocible para mucha gente joven. Resulta curioso ver cómo las nuevas generaciones no entienden el sistema de marcación mediante rueda, porque nunca llegaron a interactuar con él. El avance imparable de la tecnología y el diseño ha llevado al smartphone a ocupar el lugar de este inteligente diseño de Dreyfuss.