Con motivo de la Semana de la Artesanía de Londres 2022, la tienda de diseño Conran invitó al artista y diseñador británico-nigeriano Yinka Ilori para colaborar en sus puntos de venta de Chelsea y Marylebone. Con el título Forest of eyes, el creador plasmó, mediante decenas de televisores, un parque de ojos de colores.
Sello Yinka Ilori
Cuando el discurso de un artista es claro y sincero, aplicarlo fuera del ámbito que realmente se domina es una tarea sencilla. Es por eso que Yinka Ilori plasma con destreza cualquier reto que se ponga por delante, ya sea un objeto más o menos pequeño, una gráfica estática o una animación. Wallpapers, un skatepark, columpios infantiles o una sala de conferencias son algunos de los encargos que ha abordado durante de su carrera. Propuestas muy distintas entre sí, aunque todas ellas unidas por el empleo de colores vibrantes y una base geométrica.
Ojos coloridos en un paisaje digital
Si mezclásemos los famosos ojos de la firma Kenzo, los rocambolescos estampados de Nathalie du Pasquier y el llamativo porfolio de Morag Myerscough, podría dar como resultado algo similar a la intervención de Ilori en los puntos de venta de Chelsea y Marylebone de Conran. El juego de líneas y curvas sutiles, el uso de tonos brillantes y las estructuras mandálicas como centro de las composiciones consiguieron un escaparate muy alejado de convencionalismos.
La dinámica de repetición fue clave para completar el escenario. La figuración partió de un óvalo con los extremos puntiagudos que guardaba en su interior un círculo, o bien, un espacio rectangular con un televisor. En este hueco o pantalla se proyectaban las animaciones del creador, que representaban una pupila-flor colorida y en movimiento, dando lugar, a su vez, a un mandala. Además, la situación de cada pieza era fundamental para generar ritmo a la instalación. Cada ojo, sujeto por un palo acabado en cono, portaba el armazón principal y quedaba distribuido a diferentes alturas a lo largo y ancho de la arquitectura.
Influencia nigeriana en Conran Shop
No solo el escaparatismo atendió a estos detalles, ya que el interiorismo del local también exhibió parte del interés de la obra: alfombras o papeles de pared vestían otras superficies del comercio, enriqueciendo este peculiar paisaje digital. Hay que destacar que en el trabajo de Ilori están muy presentes sus raíces africanas, y en el interior de la tienda se explotó mucho más este recurso. Es posible apreciar que, entre todo este conjunto memphiniano un poco minimalista, el joven no renuncia nunca a esa tierra de cromatismos muy vivos y formas orgánicas.
Descubre el imaginario de Yinka Ilori junto a otros diseñadores conocidos por su uso del color.
Con el británico-nigeriano Yinka Ilori.
Los puntos de venta de Chelsea y Marylebone, en Londres.
El ojo.