La fábrica de Nestlé, creada por Rojkind Arquitectos, se inspira en la figura geométrica del arco, incorporándolo al vestíbulo de una construcción industrial que combina la línea curva con el trazo de un edificio rectangular.
México sorprende por su diversidad cultural, pero las agencias de viaje enriquecerían sus catálogos y ofertas si contaran también con las variadas formas que toma allí la arquitectura moderna.
Querétaro, ciudad insigne del virreinato español y cuna del movimiento independentista mexicano, recibió de la Unesco en 1996 el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por su centro histórico. Sus múltiples conventos y edificios coloniales poseen la particularidad de desplegar su esplendor barroco en torno a patios y claustros. Este galardón, que se otorgó a la urbe para proteger su riqueza arquitectónica única, tuvo consecuencias insospechadas incluso en la periferia industrial: hasta sus fábricas llegó la línea curva del arco y su variación en pórticos.
La fábrica de Nestlé, creada por Rojkind Arquitectos, se inspira justamente en la figura geométrica del arco, incorporándolo al vestíbulo de una construcción industrial que combina la línea curva con el trazo de un edificio rectangular. Este segundo proyecto de Rojkind para la multinacional alimentaria (el primero fue el Museo Nestlé en Toluca) muestra una imagen exterior casi opaca, acompañada por los elementos rupturistas de los arcos. Su forma y su colorido destacan sobre las líneas rectas y los tonos metalizados.
En su interior, el laboratorio de nuevos productos presenta ambientes de colores vivos. Uno de los espacios está totalmente envuelto en naranja, mientras el blanco habita los techos y paredes de las zonas de reunión. Sorprende ver a los empleados en batas blancas por unas dependencias de aspecto casi lúdico, que recuerdan al Blizard Building de Will Alsop.
Y es que el reto de Rojkind Arquitectos ha sido el de reconciliar construcción moderna y edificación industrial. Un reto que ha vertebrado una parte importante de la actividad arquitectónica del siglo XX, cuando esta disciplina se ha ido alejando de los cánones más clásicos en favor de aplicaciones formales y sociales muy distintas a las tradicionales pautas academicistas.