Los diseños de Elena Salmistraro parecen mirar más allá del estilo Memphis. Podemos desgranar su trabajo partiendo de la colaboración con Bosa de Jaime Hayón, donde la diseñadora italiana lo busca entre simios y cerámicas diversas.
Imaginemos a una estudiante de diseño que en 2021, durante la fase de conceptualización de su proyecto de fin de grado, comenta con sus compañeros: “Quiero algo que parezca muy estilo Memphis”. Es decir, inspirado no tanto en la crítica de este movimiento al consumismo y su relación con el arte, como en sus colores pastel —pero flúor—, en sus materiales gomosos, en sus esquinas vivas y, básicamente, en su excentricidad.
Queramos o no, esto es lo que ocurre con las corrientes: que cada creador las reinterpreta y las reconduce según sus criterios. Máxime con Memphis, que nació hace 40 años con el objetivo de explotar el hueco estilístico entre la Bauhaus y Fisher Price.
El ejemplo de la alumna es similar al de la artista que nos ocupa: Elena Salmistraro. Su obra, que parece mirar a Memphis, va más allá. Podemos desgranar su trabajo partiendo de la colaboración con Bosa de Jaime Hayón, donde Elena lo busca entre simios y cerámicas diversas. Como si hubiera dicho “quiero algo que parezca muy Hayón”; y es que si algo hayonea es porque el madrileño tiene un alfabeto personal de sombra alargada. O como las mesas Orografie de Salmistraro, que tienen trazas asturianas y urquiolanean por lo mismo. Diferente es el caso del cabinet Polifemo: ahí toca la puerta de Nika Zupanc.
El gran reto de Elena Salmistraro en el futuro será hallar un lenguaje propio, como consigue en Grifo, un armario con cara. En este análisis, tenemos que decir que el producto industrial acapara una crisis de modelo. Italia saca fuerzas a través de Milán anualmente y pretende mantener una hegemonía en algo que se está multimaterializando más que desmaterializando. Eso Elena Salmistraro lo tiene claro, lo maneja muy bien: lo transmedia.
Sin embargo, los hogares han atravesado una nube espacio temporal llamada confinamiento. Preocupa la energía y el abastecimiento. ¿Cómo interpretar la sociedad posconsumo/pospandemia en plan Memphis? El desafío de los diseñadores entre 0 y 35 años es crear una comunidad nueva frente a lo que antes era tan impensable como imposible. Nuevas preguntas a las que hoy no encontramos respuesta.
Pero qué queremos, si entre bambalinas tenemos a Giulio Cappellini o Rossana Orlandi, que son pioneros de un viejo mundo por muchas instalaciones artísticas repletas de escenografía y marketing que hagan. La cuestión, finalmente, es si alguien dentro de 40 años dirá en una clase: “que parezca muy Salmistraro”.
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