Los arquitectos Michał Kucharski + o4 architekci han recuperado la estructura de un antiguo molino de viento, situado en el paisaje polaco de Lubartów, para alojar 79 m2 de vivienda completamente en vertical.
La restauración arquitectónica del patrimonio
En el transcurso del 2014, Tomasz Padlo y Michał Kucharski presentaron al concurso internacional Casa Contemporánea una modesta propuesta de remodelación de un pequeño molino de la región de Lublin, en plena estepa polaca. El planteamiento inicialmente no fraguó y fue relegado a ese lugar donde se almacena el polvo, además de planos y croquis olvidados: el archivador. No sería hasta el 2020 cuando un inversor de la localidad decidió auspiciar sus ideas.
En las estribaciones del paraje rural, esta casa molino se erige como una silueta esbelta y alargada dispuesta para el desastre. Los vientos acometen con fuerza y hacen chirriar sus tablas. Precisamente, parece que sea esa la imagen que los arquitectos han querido conservar: la de una construcción frágil y vernácula que no abandona su antigüedad ni la consonancia con la arquitectura tradicional de la campiña polaca. Un anhelo de intangibles que enfrenta pasado y presente en un inmueble contra el olvido de su historia. En una palabra: patrimonio.
Arquitectura vertical para una casa molino
En manos de unos arquitectos más bien bisoños, con apenas experiencia en la práctica constructiva, el edificio consigue mantener su carácter agrícola. La costumbre hace que se perciba el conjunto como una preexistencia en el paisaje; aunque lo interesante se oculta tras sus aspas. El desafío del proyecto consiste en apelmazar un programa residencial como una arquitectura desplegada en vertical a lo largo de sus tres forjados. La intervención apenas ha reparado en aquello que forma parte del armazón original. No se toca ni un centímetro de la carcasa histórica del molino anterior.
Con una estructura de hormigón se conforma el revestimiento que sustenta la piel exterior, soportando el cuerpo primordial de la vivienda. Tan solo se realiza un pequeño añadido para ganar espacio habitable, un sótano para abarcar un garaje y una sala de trabajo.
Los niveles sobre la rasante acogen los núcleos principales: en las plantas más altas encontraremos el área de noche con las habitaciones y sus correspondientes baños. Mientras que, por otro lado, cocina y comedor se vuelcan en los pisos bajos, sobre las vistas largas a la extensión de dehesas y sembrados circundantes. Entre la desigualdad de ambas zonas —la más privada en la parte superior y la de estar en la inferior—, se absorbe una entreplanta a modo de mirador y ventana al horizonte.
Nunca demoler, sino rehabilitar
Debido a la implementación de un nuevo uso para este molino, se ha empleado un entramado de hormigón nuevo y pesado, en ocasiones desnudo y solo acentuado por el brillo de los reflejos de las ventanas y las aperturas al campo. Frente a cierto modelo de rehabilitación fascinado por lo nostálgico-polvoriento, aquí los arquitectos mantienen la carrocería y el plumaje, sin embargo, yuxtaponen a sus viejas vigas y al entablado de madera carbonizado un sensato despliegue tecnológico de hormigón y vidrio, así como la inteligencia y la sensibilidad de generar una domesticidad a partir de la simbiosis entre dos tiempos: pasado y presente.
Sin falsas nostalgias, todo parece listo para ser habitado. Una casa molino sin demasiadas pretensiones que pone el foco en su corteza, haciendo de la rehabilitación una auténtica taxidermia desde los cimientos a las tejas de madera. Como muchas veces han mencionado los recientes ganadores del Pritzker, Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal: “Nunca demoler, eliminar o sustituir, siempre añadir, transformar y reutilizar”. Quizá el resultado de Tomasz Padlo y Michał Kucharski quede inserto en esta coherente tradición, pero de lo que no albergo ninguna duda es de que en el plumaje del viejo molino queda una materia y un espíritu que le flota, el de la arquitectura.
En este enlace puedes ver otras casas realizadas en madera.
La taxidermia es una práctica común en los estudios de conservación y rehabilitación del patrimonio arquitectónico que aboga por analizar y aplicar tratamiento de conservación primando las diferentes pieles interiores u exteriores de un edificio existente.