Proyectos como Casa Feliz destacan como un ejercicio de sensatez y virtuosismo. Una rehabilitación que no busca deslumbrar con artificios, sino devolverle su esencia a un lugar. Situada en uno de los poblados dirigidos de Madrid, en el barrio de Fuencarral, esta residencia del siglo XX ha recuperado su alma gracias a una intervención del colectivo Conjuntos Empáticos, donde combinan respeto por el pasado y una visión pragmática del presente.
Una rehabilitación en los poblados dirigidos de Madrid
¿Cuántos términos en inglés tenemos que adoptar para seguir eludiendo el problema de la vivienda? Digamos que suena mucho mejor decir coliving que admitir que no podemos permitirnos una casa. Y es que nos hemos acostumbrado a romantizar la precariedad, envolviéndola en conceptos que parecen modernos, pero que no son más que parches lingüísticos. La responsabilidad social pasa también por ser conscientes de la escala de la realidad y enfrentarnos a lo que tenemos delante: hogares que necesitan ser habitados, reformados y adaptados a las necesidades contemporáneas de sus inquilinos.

Construida originalmente dentro del proyecto de los poblados dirigidos de José Luis Romany, Casa Feliz había perdido gran parte de su identidad arquitectónica tras años de modificaciones acumuladas. Sin embargo, la intervención del estudio Conjuntos Empáticos ha logrado eliminar los añadidos que distorsionaban su diseño originario, y también restituir elementos clave, como la piel primitiva o las celosías que filtraban la luz y que habían desaparecido tras varias reformas desafortunadas.


Pero este reencuentro con el pasado no se centra meramente en lo estético, ya que el proyecto también reimagina el espacio desde dentro. De esa manera, se ha adaptado a una familia que llega con nuevos sueños y necesidades: dos adultas, dos recién nacidas y una coneja; un núcleo que convierte la vivienda en un organismo vivo en constante transformación.

El diseño sostenible de Casa Feliz
La inserción de dos pórticos estructurales redefine los ambientes principales. Uno de ellos actúa como núcleo de comunicaciones, mientras que el otro amplía la estancia común principal, creando un salón de verano que conecta interior y exterior a través de una gran apertura en la fachada occidental. Es en este sitio donde el día comienza con risas infantiles y el sol filtrándose entre las hojas del jardín. Un lugar pensado para estar y vivir intensamente: juegos en el suelo, conversaciones a media tarde y cenas improvisadas que terminan siempre con alguna historia mientras la luz cálida entra por las celosías.


La utilización de colores vivos y disruptivos —como el naranja y el verde— junto con materiales naturales —cerámica y madera— conecta a Casa Feliz con su propio entorno. De hecho, estos detalles evocan la simplicidad de estos componentes tradicionales ya empleados en la época de su construcción. La volumetría a dos aguas se aprovecha para incluir soluciones de almacenamiento que maximizan la eficiencia espacial sin comprometer la apariencia del conjunto.


Todo en esta residencia está pensado para crecer, para adaptarse y para generar recuerdos. Es por ello que la gran habitación de las gemelas se ha pensado para dividirse en el futuro, permitiendo que cada una tenga su propio dormitorio cuando lo necesite. O que la cocina, planteada para acomodar tronas, pueda transformarse en un área de estudio compartido.


A pesar de que Casa Feliz no aspire a ser un icono arquitectónico, en su sencillez se halla su grandeza; como un recordatorio de que la arquitectura no siempre necesita reinventar la rueda. A veces, solo basta con escuchar a la vivienda, a sus habitantes y a su entorno. En un mundo que a menudo romantiza la precariedad, esta rehabilitación nos devuelve a lo originario, a un lugar para crecer, reír y, sobre todo, habitar.

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Casa Feliz está ubicada en uno de los Poblados Dirigidos de Madrid, en el barrio de Fuencarral.
La rehabilitación de Casa Feliz fue llevada a cabo por Conjuntos Empáticos, una asociación sin ánimo de lucro que nace en 2012 con diversas finalidades como la de difundir trabajos desarrollados en los campos de la arquitectura, el arte o la pedagogía.