Tomohiro Hata ha querido mostrar con la vivienda que ha realizado en Muko (prefectura de Kioto, Japón) que la arquitectura sirve para salvarnos de la atemporalidad. El arquitecto nipón ha plasmado un volumen abstracto, inspirado en las casas agrícolas tradicionales, que se salva de parecer un jeroglífico por el trabajo que existe sobre la tipología y la escala de la pieza. Una propuesta intrigante pero certera. Puro haiku arquitectónico.
Una vivienda brutalista y autóctona en Muko
La edificación autóctona ha sido siempre la respuesta al trabajo de oficios generacionales y a las necesidades de los ciudadanos de una región. Resulta sencillo identificarlas y entenderlas, pero, a veces, el cambio de costumbres de las sociedades modernas hace difícil habitarlas.
Los integrantes del estudio de Tomohiro Hata han partido de esta tipología —propia de las residencias locales de agricultores— para concebir un volumen de hormigón que se desarrolla alrededor de un gran patio central. Una pieza de un material ajeno a esta arquitectura, con un recorrido completamente diferente que pone en valor el hueco de la parcela frente a las construcciones y que, sin embargo, consigue establecer vínculos con las viviendas de su entorno.
El guiño a la tradición de Tomohiro Hata
La labor que los arquitectos han planteado con esta modalidad y escala ha sido fundamental. Toda la casa se despliega en una planta —salvo en dos puntos concretos— y se cubre con un juego de planos inclinados que marcan las distintas etapas del recorrido interior en la fachada. La distribución de los huecos se hace en su mayoría hacia dentro, mientras que los de fuera, en forma de triángulo, refuerzan la vista de las pendientes.
La heterogeneidad de la cubierta provoca que el cuerpo erigido se parezca al característico tejado inclinado y a los volúmenes de varios tamaños que llenan las manzanas colindantes. Un guiño a la tradición que ayuda a entender el jeroglífico.
El haiku brutalista de Tomohiro Hata
El proyecto de Tomohiro Mata mira al pasado sin caer en la nostalgia. Consigue un resultado fácil de identificar que pone énfasis en espacios más interesantes para la vida en una ciudad actual. Vemos que se valora la privacidad de las zonas más íntimas, la accesibilidad de los dormitorios en el nivel bajo y, especialmente, la importancia del jardín en relación a la arquitectura. Un edificio que nos cuenta con pocos detalles una gran parte de la historia de Muko: todo un haiku arquitectónico.
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