Book Mountain es la nueva biblioteca ubicada en los aledaños de la YuHang Senior High School de Hangzhou. Diseñada por Ray&Emilio Studio, sintetiza formalmente la tipología de una casa oriental tradicional de techos inclinados y paramentos de madera. Un lugar donde leer significa buscar un claro en el bosque.
Una biblioteca contemporánea llena de sensibilidad
Se podría decir que el reciente experimento de Ray&Emilio Studio busca la recuperación de las interacciones interpersonales, a la vez que restablecer las relaciones primitivas entre las personas y el entorno que habitan. Por eso la biblioteca Book Mountain investiga sobre cómo debería ser la arquitectura para recuperar la sensibilidad de la vida humana. Este prisma ortogonal de no más de 1153’2 m2 conecta varias aulas desde su frente norte hasta su frente sur por medio de un jardín de acceso. En apariencia, la obra se inscribe en la tradición del cubo blanco y puro de la abstracción minimalista. Sin embargo, al ocupar la envolvente con una estructura de madera pino de 800×800 milímetros —que deja a la vista el esqueleto del edificio— se desmarca en una dirección completamente distinta.
Visto así, el inmueble posee un semblante delicado con grandes aberturas en las fachadas, ofreciendo una impresión de límites tranquilos —o más bien ambiguos— entre dentro y fuera. No obstante, tras la enigmática expresión orgánica del exterior se oculta un espacio interior inesperado e iluminado cenitalmente: un bosque cercado por un armazón de montantes y travesaños de madera, que subdivide el ambiente en recintos para el encuentro y la lectura. Como claros entre la fronda, cada área establece una situación de semiapertura en continuidad con los otras y, por tanto, la mayoría se hallan separadas por tan solo unos metros.
Book Mountain: arquitectura para leer
Dicho enjambre de madera se proyecta desde los muros externos hacia la parte interna; todo ello a través de un ritmo acompasado que crece y decrece según las distintas alturas de la cubierta a dos aguas. Más que segregarse, todas las estancias de la biblioteca están en una continuidad incierta. No existe una sensación de privacidad pura, sino de recogimiento deseado. Es decir, las distancias entre las personas, los estantes y los libros —así como las relaciones que se derivan— han sido controladas sutilmente por los arquitectos. Los huecos permiten que sus habitantes afinen su sensación de proximidad y lejanía; pero también de equilibrio entre la privacidad la conexión social, entre la necesidad de ser abrazados y el afán de explorar leyendo solos.
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La biblioteca empezó a construirse a finales del 2021.