Suiza. Viaje cultural en torno al arte y la arquitectura

En ningún país del mundo existe una conexión tan palpable y prolífica entre creatividad y día a día. Suiza se erige como el gran viaje cultural donde el arte y la arquitectura no se contemplan con devoción, sino que se viven y se experimentan.

Viaje cultural a Suiza. Ouverture au Monde. Escultura de Angelo Duarte. Lausana
Ouverture au Monde. Escultura de Angelo Duarte. Lausana

Una de las tantas obsesiones megalómanas de Richard Wagner era la de reivindicar la ópera como una obra de arte total, ya que integraba a todas las disciplinas. De lo que no era consciente el compositor bávaro era de que hoy, la que fuera su casa en Lucerna -lugar al que recurría para componer, descansar y encontrar heroica inspiración en los timbres de las trompas de los Alpes- es vecina de museos, auditorios, espacios escénicos y edificios notables. Es decir, que aquella aspiración del creador de La Cabalgata de las Valkirias se podía hacer real lejos de bambalinas, entre prados, cumbres y, sobre todo, ciudades que han crecido al abrigo de la creatividad.

Del coleccionismo al museo

La fulgurante evolución económica del país de Los Alpes, desde la Revolución Industrial hasta nuestros días, trajo consigo la proliferación de fortunas que, en muchos casos, optaron por invertir en arte. De estas iniciativas privadas se nutre la red de museos de altísima calidad con los que cuenta este país, a lo que les han añadido algunas colecciones públicas que redondean su atractivo.

Viaje cultural a Suiza. Fundación Beyeler. Riehen (Basilea)
Fundación Beyeler. Riehen (Basilea)

En total, más de una decena de espacios conocidos como Art Museums of Switzerland (AMoS) que protagonizan y sofistican la oferta turística de cada ciudad. Es el caso del Kunsthaus de Zúrich, en cuyas paredes se desvelan varios rasgos de esta urbe: fue la cuna del dadaísmo, acoge a muchas familias adineradas y cuenta con una facultad de Bellas Artes a la que no hay que perder de vista. Y todo bajo la fórmula de mezclar cabezas de cartel como Picasso, Monet y Giacometti con pintores y escultores suizos de la contemporaneidad. Una receta muy similar a la del Kunstmuseum de Basilea, donde destacan los cuadros de Picasso que los habitantes de esta urbe, mediante un rudimentario crowdfunding, retuvieron en sus salas tras la quiebra de sus propietarios en los años 60.

Viaje cultural a Suiza. Paul Klee Zentrum. Berna
Paul Klee Zentrum. Berna

En otros casos, los museos son una herencia directa de lo que sus dueños dejaron a sus fundaciones o a las diferentes municipalidades. Es el caso de la Fundación Beyeler, en Basilea, una de las colecciones de arte del siglo XX más completas que existen; o del Museo Rietberg en Zúrich, que mezcla la herencia del barón Eduard von der Heydt con obras de arte de culturas no europeas. En el caso del Museo Rosengart de Lucerna, las obras de Picasso, Klee y sus contemporáneos destacan en una antigua sede bancaria.

Viaje cultural a Suiza. Casa Le Corbusier. Zúrich
Casa Le Corbusier. Zúrich

En Winterthur, el diapasón cultural de la ciudad late alrededor del museo Reinhart, un espacio que acoge lo mejor del Romanticismo y el Expresionismo alpino, con creaciones firmadas por Friedrich y, sobre todo, por Ferdinand Hodler. El pintor abstracto Paul Klee se transforma en icono en su ciudad natal, Berna, a través de un espectacular centro creado por y para la divulgación de su obra. Algo parecido a lo que sucede con Tinguely y Basilea, donde el recorrido por las esculturas cinéticas del escultor empieza en su icónica fuente y finaliza en un museo monográfico.

Viaje cultural a Suiza. Fundación Beyeler. Riehen (Basilea
Fundación Beyeler. Riehen (Basilea

Los museos helvéticos también miran hacia el presente y el futuro. Esta es la idea que alimenta el Museo Migros de Arte Contemporáneo de Zúrich, una entidad que, desde hace seis años, se ubica en una vieja cervecera del vibrante barrio de Zürich West. Por su parte, para el Museo de Arte Electrónico (HeK) de Basilea, el objetivo principal es servir de escaparate y laboratorio para un estilo en alza. Y en la Colección de Art Brut de Lausana, a las piezas firmadas por su fundador, Dubuffet, se le añaden adquisiciones que esta institución realiza por todo el mundo.

Viaje cultural a Suiza. Kunsthaus. Zúrich
Kunsthaus. Zúrich
LOS 11 AMoS. (Art Museums of Switzerland)
1. Zentrum Paul Klee. Berna
2. Kunstmuseum Basel
3. Museo Tinguely. Basilea
4. MASI. Lugano Museo d’arte della Svizzera italiana
5. Fundación Beyeler. Basilea
6. Centro de Fotografía. Winterthur
7. Museum für Gestaltung. Zúrich
8. Kunsthaus Zürich
9. Musée d’Art et d’Histoire. Ginebra
10. MAMCO. Ginebra
11. Musée de l’Elysée. Lausana
Approximation. Marion Pfeifer. Fotozentrum Winterthur
Approximation. Marion Pfeifer. Fotozentrum Winterthur
Untitled, 2014 (Handicapped Cars). Beni Bischof. Fotozentrum Winterthur
Untitled, 2014 (Handicapped Cars). Beni Bischof. Fotozentrum Winterthur

Reinvención industrial

El potencial cultural de Suiza no se circunscribe a las obras de un museo. También es el motor de cambio de diferentes ciudades y barrios que han pasado de ser un compendio de manufacturas y factorías a ser un polo creativo. La destreza y la estética fueron las que transformaron La Chaux-de-Fonds en la primera ciudad industrial del Planeta. Tras el incendio que sufrió esta localidad ubicada en el Macizo del Jura hace 200 años, sus calles y edificios se estructuraron y organizaron para proporcionar a los talleres artesanal la mayor cantidad de horas de sol posibles. Esta singularidad, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO, provocó un boom económico que se reflejó en una mayor exquisitez a la hora de elegir materiales y de diseñar esferas y cronógrafos. Y, también, en una ciudad donde se experimentó alegremente con el Art Nouveau y donde se pueden encontrar construcciones tan sorprendentes como el crematorio aconfesional del arquitecto y diseñador L’Epattenier o la Maison Blanche, la primera casa de estilo internacional de un joven Le Corbusier.

Viaje cultural a Suiza. Centro cultural y de ocio Schiffbau. Zürich.
Centro cultural y de ocio Schiffbau. Zúrich.

Paradójicamente fue la desindustrialización la que originó Zürich West, un antiguo polígono industrial que se ha reciclado gracias a diferentes iniciativas.La punta del iceberg es la tienda de Freitag, un edificio construido a base de contenedores de metal que aloja los complementos que esta firma fabrica con viejas lonas de camiones. A su lado se encuentra el Frau Gerolds Garten, un patio gastronómico vibrante, o el Viadukt, el viejo puente bajo las vías, otrora frontera invisible, que ahora acoge boutiques creativas. El legado del pasado industrial también es tangible en los restaurantes y tiendas del complejo Pulse 5, una antigua fundición, y en las grandes y mágicas salas del complejo de espectáculos MAAG.

Viaje cultural a Suiza. Fuente de Tinguely. Basilea.
Fuente de Tinguely. Basilea.

Esta estela ha sido seguida por otros vecindarios. En Winterthur, las mentes más inquietas se dan cita en el distrito de Sulzer. Este complejo, además de contar con una visita guiada por las instalaciones de la vieja fábrica, es el hogar de decenas de empresas creativas y de restauración que pueblan el viejo almacén de Lagerplatz. Por su parte, en Lausana, la transformación ha sido más comercial, aunque igual de impactante. Hace apenas unos años, el barrio de Flon era una mancha entre el precioso centro histórico y la sofisticada ribera de Ouchy. Sin embargo, gracias a una profunda remodelación, donde antes había pilas de contenedores ahora brillan unos relucientes edificios que respetan la forma de los prismas pero que se adornan con materiales y recursos llamativos, como es el caso de Les Pépinières del estudio basiliense Burckhardt+Partner.

Grosse Méta-Maxi-Maxi-Utopia. Jean Tinguely. Museum Tinguely. Basel
Grosse Méta-Maxi-Maxi-Utopia. Jean Tinguely. Kunstmuseum Basel
Siete virtudes y siete vicios. Bruce Nauman. Kunstmuseum Basel
Siete virtudes y siete vicios. Bruce Nauman. Kunstmuseum Basel

Domesticar el paisaje

La naturaleza es el elemento definitivo de esta obra de arte total. Los paisajes de Suiza son tan identificables y rotundos que obviarlos, a la hora de diseñar o proyectar, habría sido una temeridad imperdonable. Las rutinas de ocio de los helvéticos están vinculadas a la montaña y a los lagos, una conexión que desde el urbanismo y la arquitectura se ha potenciado y embellecido. Ejemplo de ello son los paseos lacustres del Lago Lemán, especialmente el ya citado Ouchy en Lausana y el de Montreux. Mientras que el primero es un alarde de fuentes, aceras y terrazas de alto standing, el segundo mantiene su esencia antigua, con un muelle de madera que se extiende por la ribera y que, de vez en cuando, sorprende con brazo y plazuelas que se llenan de hamacas en verano.

Viaje cultural a Suiza. Centro de visitantes Flore di Pietra en Monte Generoso
Centro de visitantes Flore di Pietra en Monte Generoso

En Lugano, la evolución moderna de la ciudad ha supuesto una transformación notable de su relación con el lago homónimo. Un sofisticado espacio verde, el parque Civico-Ciani, da la bienvenida con sus acolchadas praderas y sus puertas al horizonte. Además de estos rasgos, este espacio verde sorprende con unos bancos de color rojo que alfombran, también, el resto del paseo ribereño, dotándolo de una identidad estética y una homgeneidad que acaba dando sentido a una calle larga calle curva donde hay iglesias medievales como Santa Maria degli Angeli y edificios en equilibrio como el centro cultural y de exposiciones LAC.

Viaje cultural a Suiza. Interior del KKL. Lucerna
Interior del KKL. Lucerna

Otra muestra de esta incansable interacción son el Paul Klee Zentrum y la Fundación Beyeler, dos museos proyectados por Renzo Piano en los que el entorno tiene mucho que decir. En el ondulante complejo de Berna, las curvas de la cubierta imitan a las cumbres alpinas. En el de Basilea, las amplias cristaleras tiene una doble finalidad: proporcionar una iluminación natural a las obras y prolongar los lienzos y esculturas hasta el estanque y el prado exterior. En el caso del auditorio KKL de Lucerna, el edificio diseñado por Jean Nouvel juega a crear postales con sus terrazas, donde sus voladizos acotan las vistas y prolongan la horizontalidad del lago hasta el corazón de la ciudad.

Viaje cultural a Suiza. Mirador de Stanserhorn
Mirador de Stanserhorn

En el cantón del Ticino, la obra del Pritzker local Mario Botta comulga con los parajes que le vieron crecer de forma desigual. En el Monte Generoso, el centro de visitantes Fiore di Pietra es una corola por florecer hecha de vertiginosas planchas de roca. En la iglesia de San Juan Bautista de Mogno y en la de Santa Maria degli Angeli, el diseño busca reinterpretar los materiales de la montaña en espacios artificiales y casi metafísicos. Este impacto es el mismo que generan las extrañas criaturas que descansan en el Campus Vitra, donde las desonstruidas formas del museo del diseño y de la VitraHaus emergen de la hierba.

El disfrute sin filtros de la naturaleza también inspira casas y miradores. En St. Moritz, la experimentación ecológica y las vistas impulsaron a Norman Foster a imaginar Chesa Futura, un edificio de viviendas de lujo tan fotogénico como sostenible. Y más arriba, acariciando los picos alpinos, el mirador de Stanserhorn y el puente colgante de Europabruecke de Zermatt proponen soluciones estilizadas al placer de levantar la vista y, por un instante, entender que la obra de arte total comienza con el sueño de domesticar un paisaje tan brutal.

Viaje cultural a Suiza. VitraHaus. Basilea
VitraHaus. Basilea

Hoteles + Arquitectura

Entre montañas, lagos, ciudades y creaciones helvéticas apenas hay fronteras. Por eso, desde que los ingleses comenzaran a viajar hasta este país en busca de montañas a mediados del siglo XIX, sus establecimientos han sabido distinguirse a través de espacios que tenían un objetivo: dejar al huésped boquiabierto antes de hacer el check in. Aquellos Palace, Ritz y Kempinski siguen en pie, apostando por el lujo clásico, pero tienen unos dignos rivales en una generación de hoteles que han confiado en arquitectos y artistas de todo el mundo para asombrar desde el primer pestañeo.

Viaje cultural a Suiza. Hotel y termas 7132. Vals
Hotel y termas 7132. Vals

El paradigma de todos ellos es el 7132 de Vals, un complejo levantado en 1996 bajo una premisa clara, la de revolucionar el mundo del termalismo. En ella, Peter Zumthor consigue crear unas estancias de piedra viva donde el material se convierte en la piel de un habitáculo sagrado y donde apenas hay elementos superfluos. Solo una conexión brutal y metafísica con la madera y la roca que otros diseñadores como Kuma, Ando y Mayne imitan en las suites llamadas House of Architects.

Viaje cultural a Suiza. Hotel Intercontinental. Davos
El edificio icónico del Hotel Intercontinental. Davos

Un grado más de espectacularidad es el que le aportan a las cumbres el W de Verbier, el Omnia de Zermatt y el Intercontinental de Davos. Mientras que los dos primeros parten de los chalés de montaña para crear impresionantes complejos de leña y comodidad, el tercero da un paso más. Su propio ADN, formado por cromosomas de negocios y, también, de relax, exige que su apariencia sea rompedora. Este objetivo lo alcanza a través de un exterior dorado y una forma de cápsula que destaca incluso cuando la nieve lo cubre todo.

Thurgau Bubble Hotel. Suiza
Thurgau Bubble Hotel

Otros ejemplos de hoteles nacidos para impactar son el Astoria de Lucerna, el primer edificio público de Herzog & de Meuron, el The View de Lugano o el Sorell Hotel de Zürichberg. En la metrópolis también destaca el Park Hyatt Zurich, sobre todo por albergar una colección de arte con obras de Sol LeWitt, Heinz Mack y Serge Poliakoff, entre otros. Esta apuesta por las creaciones plásticas distingue, también al N,vY de Ginebra, cuyas paredes sirven de lienzos para artistas urbanos de renombre o el Teufelhof de Basilea, cuyas exposiciones de arte emergente sobresalen en la completa vida cultural de la ciudad.

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Hotel The Omnia. Zermatt
Hotel The Omnia. Zermatt

Compras + Diseño

Existe un rasgo del urbanismo suizo que conecta a los ciudadanos con las tiendas de una forma excepcional: las áreas peatonales. Su proliferación y arraigo, sobre todo en los cascos antiguos de origen medieval, no ha sido un hándicap para el desarrollo comercial de estas zonas. Es más, se ha convertido en un aliciente para que las mejores manufacturas y firmas de todo el país ubiquen en sus añejos escaparates sus tiendas estrella.

Tienda Freitag. Zúrich West
Tienda Freitag. Zúrich West

En la capital, Berna, el centro histórico cuenta con seis kilómetros de arcadas que, con los años, se han transformado en boutiques de firmas como Iljos Cucina o Heimatwerk donde encontrar lo mejor de la artesanía suiza. En Winterthur se encuentra la zona pedestre más amplia del país, una oportunidad que no han desaprovechado los creativos de la ciudad para establecer en sus coquetas calles sus talleres y tiendas. Entre ellos destaca Además y Kaufkaffee, dos espacios consolidados donde pequeñas firmas muestran, con una periodicidad admirable, sus constantes creaciones. Otros ejemplos de esta comunión entre peatonalidad y shopping son la Spielberg de Basilea o la Via Nassa de Lugano.

Kramgasse de Berna. Suiza
Soportales e historia en la Kramgasse de Berna

Más allá de esta circunstancia urbanística, diversos vecindarios y parajes han visto cómo, casi de forma espontánea, se han convertido en los mejores lugares para realizar unas compras diferentes. El mejor ejemplo de esta proliferación es Zürich West, donde varias coordenadas comparten el éxito: la tienda madre de la firma de mochilas y bolsos Freitag y su icónico edificio hecho de contenedores de metal; el Viadukt y sus diferentes boutiques que ocupan los vanos de este puente ferroviario; y las inmediaciones del patio Frau Gerolds, con anticuarios estrambóticos como Bogen33.

Galería de arte del Quartier des Bains. Ginebra.Suiza
Galería de arte del Quartier des Bains. Ginebra

En Ginebra, la fiebre por las firmas underground se sustituye por el arte en el Quartier des Bains gracias a la alta concentración de galerías de esta coqueta zona. Y ya por último, en las inmediaciones de Basilea, Vitra fascina con sus modelos en la VitraHaus, un enorme showroom donde la arquitectura deja paso a las decenas de objetos que esta casa fabrica e importa.

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