Fotos: Jeroen Musch
Ampliar una vivienda siempre plantea una problemática a la hora de conectar lo antiguo con el nuevo proyecto. En el caso de la Villa Rotterdam, el punto de partida era una vivienda de principios del siglo XX que había sido ampliada en 1991 y en 2003, y el estudio decidió mejorarla a través de la cubierta.
En el exterior se ha utilizado madera y césped, lo que da lugar a un diálogo entre la arquitectura contemporánea y la tradicional de las granjas de la zona. El césped coloniza la vivienda, se fusiona con lo preexistente y genera estancias diáfanas de gran dinamismo.
Los huecos se han abierto en puntos determinados para buscar las vistas más interesantes, y para una mejora de las condiciones climáticas de la vivienda, que eran muy deficientes. Igualmente se ha empleado una estructura prefabricada con el fin de lograr un proceso de construcción más rápido. Mirando el proyecto en su conjunto, se observa cómo la escalera se convierte en el eje de la ampliación y lleva hasta las nuevas habitaciones, que se sirven de la madera y las formas de la cubierta para dar una mayor sensación de calidez.
En esta ampliación, OOZE consigue reinventar el pasado usando un lenguaje sencillo y cargado de sensaciones que combina el diseño con la racionalidad.