Exquisite Corpse Collection es el resultado de la colaboración del diseñador australiano Adam Goodrum y el artesano de marquetería francés Arthur Seigneur. Una colección compuesta por aparadores, sillas y bancos de interior silencioso y exterior protagonista.
Volver a la marquetería artistica
Serán los tiempos de volver a la artesanía, a los básicos, pero siempre sale urticaria cuando la marquetería se sale de escala, lo que no la hace más fácil, sino más sencilla. Como el que se jacta de hablar japonés diciendo siempre la misma frase. Contar un solo chiste no hace cómico a nadie. Volver a la artesanía implica regresar de la sociedad de consumo, y en ese camino de vuelta no siempre mantenemos el criterio. La marquetería fina es pequeña, cuenta historias. Poner fragmentos del tamaño de baldosas cerámicas en muebles es, cuando menos, tirar a canasta en la bocina y de espaldas.
Bordeando el histrionismo, el porfolio de Adam & Arthur ofrece un contraste similar al que provoca el sonido de una sola gaita frente a una orquesta. Su mobiliario se mueve entre lo soportable y lo impactante y apoteósico: trabajos de indudable valor y mérito en competición con otros menos afortunados. Algo comprensible.
Adam Goodrum ahora es Adam & Arthur
Exquisite Corpse Collection es el resultado de la colaboración del diseñador australiano Adam Goodrum y el artesano de marquetería francés Arthur Seigneur. Como labor manual, la marquetería es una especie en extinción. Algo solo posible en Australia, donde no cabe huir del pasado: en un país joven el pasado es ayer. Esta serie genera una masa crítica que puede llegar a consumirla allí donde los objetos únicos no necesitan mostrar el proceso. Los clientes se lo creen de facto.
Si atendemos a la tipología, veremos en las colecciones de Editions Milano cierto parecido, ciertas fuentes, la idea y la reivindicación de pararse, atender y producir. Exquisite Corpse Collection está compuesto por aparadores, sillas y bancos. Son piezas de interior silencioso y exterior protagonista. Sus autores lo apuestan todo a la función estética.
A Adam Goodrum ya le conocíamos por su silla plegable para cappellini —con minúsculas, que ya no es lo que era—. Allí también jugaba con las vetas y las marqueterías, usando sin complejos el color, la forma y el concepto. Es en esta colaboración de marquetería artística con Arthur Seigneur donde denota una madurez australiana, lo que lo convierte en un Peter Pan del diseño: en un creador que, indudablemente, aún tiene mucho que decir, pero no tanto que demostrar.
Adam Goodrum (diseñadro australiano) y Arthur Seigneur (artesano francés)
Klaatu
Madera