En el universo del diseño, Zenit 3.0 se presenta como una piel que transforma la luz en tacto aterciopelado. La nueva generación de superficies de Alvic replantea el tacto y la profundidad del color, demostrando que la tecnología puede ser también un lenguaje para el interiorismo contemporáneo.
Zenit 3.0. La innovación serena
Si algo nos ha quedado claro de las superficies, es que estas ya no actúan como un mero revestimiento, sino como un territorio donde diseñadores y usuarios pueden expresarse. El ejemplo más claro lo encontramos con Zenit, la propuesta de Alvic que ya en 2014 irrumpió en el panorama del diseño marcando un punto de inflexión en el interiorismo. Su tecnología exclusiva y su acabado supermate revelan una materialidad que se resiste a los reflejos, apostando por la absorción contenida de la luz.

Tras años de investigación, ahora Alvic ha presentado la nueva generación Zenit 3.0: la evolución más vanguardista de un acabado que minimiza las huellas, resiste los arañazos con los años y mantiene el color inalterable, incluso bajo el desgaste del uso diario. Pero más allá de sus prestaciones, Zenit 3.0 abre la posibilidad de pensar el espacio de otro modo, actuando como un filtro táctil que suaviza la percepción del entorno que cincela. De hecho, Zenit 3.0 amplía también su universo creativo al poder aplicarse por primera vez en superficies tanto horizontales como verticales. Con él, los ambientes dejan a un lado la estridencia para adentrarse en una estética de calma lúcida, donde la belleza se entiende como una forma de mesura. Y así lo han mostrado muchos profesionales del sector.

Cuando el color se convierte en atmósfera
Cada tonalidad de la colección Zenit—desde el Cotto, el Coral o el Almagra, hasta los neutros Moonlight Blanco o Ginger— permite que las estancias adopten distintas intensidades expresivas. En la Tienda Avril, proyectada por Estudio Alegría, el tono Cotto envuelve la atmósfera con una calidez que recuerda a los talleres antiguos, pero reinterpretando su esencia con geometrías limpias y una luminosidad controlada. En este caso, el material de Alvic no funciona como ornamento, ya que se convierte en el responsable de erigir una identidad comercial coherente y reconocible; modelando un lugar donde el acabado define toda la experiencia de compra.


En lo residencial, el empleo de Zenit se traduce en serenidad doméstica, como observamos en Guzmán el Bueno 117: la vivienda realizada por Atelier Studio. En esta ocasión, la superficie mate contrasta con la madera natural, originando una dicotomía armónica entre lo técnico y lo artesanal, hasta comportarse como una extensión del planteamiento arquitectónico. Mientras tanto, en Terra Lighting —la intervención efímera de Welcome Design para MIAD 2024—, los productos de Alvicadquirían una dimensión tan instalativa como artística. En aquella escenografía futurista, los modelos Tortora, Antracita, Almagra y Taupe de Zenit se combinaban con una luz rasante, facilitando que los paneles pudiesen capturar el tiempo y el gesto creativo sin necesidad de artificios, sirviendo como telón de fondo perfecto para los objetos y la tenue iluminación.

Alvic y su pensamiento de futuro
El apartamento Alvic Modular Home, de Héctor Ruiz-Velázquez para Casa Decor 2022, ya anticipaba esta mirada hacia Zenitcomo vehículo de arquitectura. En este microespacio, Alvic se integraba en un paisaje de curvas, planos suspendidos y cromatismo fragmentado, poniendo a prueba la ductilidad de su catálogo. Aquella instalación prefiguraba lo que Zenit 3.0 perfecciona hoy: la capacidad de adaptarse sin perder coherencia y de trasladarse del ámbito comercial al doméstico con la misma naturalidad..


También en el Hotel Van der Valk, en Países Bajos, la composición de Zenit se percibe con un matiz casi escultórico. El tratamiento uniforme de los volúmenes que configuran el comedor y la sala de buffet —donde resalta Zenit Verde Salvia— hace que las estancias se lean como un conjunto continuo, donde el acabado y el esquema interior se funden de un modo contundente.

Con estos ejemplos se deja constancia de que los profesionales del interiorismo actual están cada vez más concienciados con la fuerza de la luz, el tacto y la durabilidad; por eso encuentra en Zenit 3.0 una herramienta para narrar sus historias con precisión. Más que considerarse una colección, esta apuesta de Alvic —galardonada con el Best of the Bestde Interzum 2025— se concibe como una gramática material; por eso cada estudio que incorpora Zenit 3.0 —de Estudio Alegría a Atelier Studio, o de Welcome Design a Héctor Ruiz-Velázquez— lo interpreta con una idiosincrasia distinta. Aunque siempre prevalece una coincidencia: la honestidad y versatilidad visual para crear aquello que todavía no existe.
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