París bien vale una feria, y del 4 al 8 de septiembre de 2025, Maison&Objet convirtió el Centro de Exposiciones París Nord Villepinte en un terreno fértil para el diseño. Una edición que ha contado con la dirección creativa de Amélie Pichard, y que ha fijado la mirada en Alemania para mostrarnos el legado industrial, la manufactura cuidada y el pensamiento de nuevas ecologías materiales. Estos Rising Talents Awards han apretado el pulso del diseño alemán con siete miradas que afinan la ética y la belleza de la gute form.
Friedrich Gerlach: investigación como futuro objeto funcional
Por encima de la creación, la atención de Friedrich Gerlach se focaliza en la oratoria material. En otras palabras: en el germen de todo el proceso. Es a partir de ese punto desde el que desarrolla su labor —científica y fabril— estableciendo nuevas metodologías de producción: bioprocesos que hasta ayer habitaban las probetas de laboratorios, como su propuesta de mobiliario con biocemento que consigue “estimulando a miles de bacterias para que formen estructuras sólidas (…) no se requiere un proceso de cocción, por lo que consume mucha energía, ni se emite CO2”. En su stand de Maison&Objet, Friedrich abría una pequeña ventana a esta línea de investigación por medio de prototipos sedentes que visibilizaban otras posibilidades

Su sofá Lumo marca un precedente: impresión 3D y el sistema pionero de materiales biodigitales econitWood, que parte de restos de madera. La unión de ambas estrategias nos presentaba un asiento lounge de apariencia orgánica, que además esapilable, circular y sostenible. Y con una filosofía similar, los residuos plásticos de los océanos también encontraban un nuevo sitio: la envoltura de Duo, su vajilla en acero inoxidable. Una propuesta que eleva la categoría de un tenedor y un cuchillo al de pieza única por su uso del corte láser. Lo que otros consideran basura, Gerlach lo mira como un campo en barbecho. Pues para él, no hay nada más valioso para el futuro que lo que hoy consideramos un desecho.


Gerlach & Heilig: la forma de la geología
Con base en Ámsterdam, el dúo Gerlach & Heilig —fundado por Lenn Gerlach & Kyra Heilig— emplea tecnología moderna para conectar con acciones ancestrales a la hora de diseñar. Su método se asienta en las raíces y en la pureza más primitiva de los componentes, trasladando sus resultados a distintos campos de acción: objetos, mobiliario e instalaciones conceptuales. Gerlach & Heilig escuchan el latido que subyace bajo la superficie terrestre, lo interpretan y lo diluyen en los estratos culturales que han ido impregnando componentes y procesos a lo largo de la historia.

Hallamos estas conexiones en Traditional Heritage con madera ensamblada sin herrajes y vidrio reinterpretado desde los hornos del Black Forest. La conversación con el material manda y el método es caminar, observar y dejar que las manos encuentren el germen que active todo. Pero es en la epopeya pétrea Fragments of Mining donde el tándem reivindica esa corporeidad milenaria, con fragmentos procedentes de canteras en las tres principales capas sedimentarias del Jura de Suabia: Lias, Dogger y Malmö. En su stand, nos atrapó Stone object no.01 —proveniente de Malmö—: un tótem jurásico que “no especifica un uso concreto, ni pretende tener ningún uso en el sentido clásico”. Si acaso dureza y un génesis creativo.


Haus Otto: el juego como método
Asentado en Stuttgart, el estudio Haus Otto —conformado por Patrick Henry Nagel y Nils Körner— toma el humor como materia prima para proyectar sus diseños, intervenciones espaciales e incluso en acciones de dirección creativa. La motivación de su porfolio parte de lo lúdico como metodología, sin desdeñar cuestiones como la sostenibilidad y su atención a los recursos compartidos. Esto último lo pusieron en práctica con su participación en FARM (2023): una granja orgánica junto al lago de Constanza donde jóvenes creadores trabajan comunalmente en torno al diseño.

Al observar las piezas de Haus Otto, uno piensa irremediablemente en la vertiente radical del diseño italiano. Eso ocurre cuando nos topamos con su Zoom Rug expuesta en su stand de Maison&Objet; un objeto que nos deslumbraba con una urdimbre multifuncional en tonos amarillos: alfombra y diván a partes iguales. Y con una línea de flexibilidad similar, su luminaria La Dré puede poner a prueba —en tamaño e intensidad— distintos ambientes lumínicos. Las creaciones de Haus Otto parten de una durabilidad que entiende que divertirse es un componente esencial a la hora de hacer diseño. Por eso sus estructuras encajan sin herramientas complejas y despiertan siempre una atmósfera recreativa en el lugar donde se ubican.


Marie Luise Stein: modularidad que ordena el aire
A Marie Luise Stein la sobrevuela un minimalismo que entiende el espacio y el objeto como una fusión de sistemas abiertos. En ella resuena el eco de grandes maestros alemanes del diseño contemporáneo: la estela de Dieter Rams o la filosofía de Max Bills. Lo clásico siempre permanece, y Stein lo transmite como un pensamiento latente en su modus operandi: hacer que sus piezas sean capaces de envejecer con dignidad. Primera regla del buen diseño.

La gran hazaña nos la presentó con LIESL, para Nils Holger Moormann: una estantería ingrávida hecha con cuatro baldas y cuatro varillas. Su armazón se fija arriba y el resto cuelga sin nuevas perforaciones. Aluminio y acero sin maquillaje ni mensajes ocultos. A este haiku modular lo acompañaban otras obras, como la silla Thonis: un nombre que no remite a ninguna casualidad. Solo que, en esta ocasión, los homenajes se rinden por medio del análisis de nuevas técnicas de conexión entre las distintas partes: respaldo, estructura, asiento, etc. Una reducción al mínimo de la dificultad de ensamblaje. Y es que ya lo afirma ella misma cuando dice que “es importante diseñar productos que se adapten a las cambiantes condiciones de vida y de espacio”.


Moritz Walter: la calma como decisión formal
Walter es uno de esos diseñadores que ensaya continuamente soluciones claras para la vida diaria. Por el camino pule los excesos, conquista la técnica y exporta la sencillez en todo lo que hace. Lo aprendió en la Escuela de Diseño de Münster, estudios que completó con su máster en la Universidad de las Artes de Berlín Weissensee. Como buen autor, da rienda suelta a objetos de distinta procedencia y utilida; pero son sus luminarias las que llamaron nuestra atención en Maison&Objet por su trabajo ético y estético en ellas.


Lo comprobamos en Norm: una lámpara hecha a partir de un solo perfil de aluminio que reduce el desperdicio durante su producción, proyectando con su difusor un destello sutil para trabajar o descansar. Un verdadero trazo minimal convertido en luz. Otro concepto aparece en Nomad: una lamparita portátil que se carga con iluminación natural y que se emplea como un elemento autónomo. Su forma simétrica se entiende como un reloj de arena con dos acciones distintas dependiendo de su posición: por un lado, absorber la energía solar y, por otro, generar una atmósfera ambiental. Dos ejemplos que resumen lo que Moritz Walter tiene claro que quiere alumbrar con su trabajo: la parte silenciosa de la vida.

Studio Œ: sensibilidad material en estado de alerta
Lisa Ertel y Anne-Sophie Oberkrome trabajan desde Berlín y enseñan en escuelas de arte con un hilo conductor nítido: el material decide tanto como la forma. Desde la fundación de su estudio, Studio Œ, han colaborado con sellos como FAN, Farm o Many-to-Many, tanto en piezas de mobiliario como en proyectos editoriales. Vidrio, madera e incluso arcilla hablan un idioma íntimo que ellas saben bien como interpretar como buenas traductoras de diseño.

Entre las obras que observamos en Maison&Objet sobresalían los Römer Glasses: vasos de vidrio con memoria de soplado que parecían contener en su transparencia la respiración de quien los creó. Y en esa organicidad se situaba igualmente Oto, una pieza entre estantería y asiento que funciona como una extensión móvil de la arquitectura interior, con líneas firmes y bordes suaves que se doblan, haciendo de la madera un componente tan dúctil como la plastilina. Sus propuestas tienen una mezcolanza que oscila entre la dimensión analógica y digital; pero siempre mantienen una misma brújula: dejar que la materia sea la que dicte su ritmo.


Gabriel Tarmassi (Talent Craft): la madera piensa
En esta edición de los Rising Talents Awards, no podía falta la modalidad Talent Craft, que ha recaído sobre Gabriel Tarmassi. Con sede en Bamberg, desde su taller Tarmassi talla la madera como si quisiera devolverle el pulso al tronco. En ella resucita técnicas ya extintas para trazar sobre su superficie paisajes curvos y texturas que embelesan tanto visual como tangiblemente.

El efecto óptico nos atrapó en Cabinet for a Dreamer, un mueble-escultura: por fuera dunas que no dejan de ondear al son de un viento lejano, mientras que por dentro todo se traza con una geometría estudiada. En su porfolio presentado, también nos llamaron la atención sus Wallpieces, donde las vetas reclaman su protagonismo como ríos detenidos en plena corriente. Su oficio cruza arte, diseño y una artesanía impregnada de modernidad, y es que Tarmassi sabe perfectamente que para que la madera fluya bajo sus manos, primero debe aceptar que toda su memoria previa.

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