El trabajo de Gabriel Hendifar es un manifiesto vital, un modo de conectar con su pasado y sus orígenes iraníes. Desde Apparatus —su estudio y taller neoyorquino— nos introduce en un mundo de objetos y espacios en los que convergen lujo y seducción visual. Un código creativo donde la artesanía y el amor por los materiales conforman un lenguaje contemporáneo y un legado cultural propio.
El diseño puede ser una práctica teatral
“Como todo lo que es importante para las personas, los objetos tienen la habilidad de transmitir significados. Los veo como evidencias físicas de nuestra humanidad”. Esta reflexión de Gabriel Hendifar —director artístico y CEO de Apparatus— puede ser parte de un manifiesto vital y profesional presente en cada una de sus iniciativas, ya sean piezas, mobiliario o escenografías. “El diseño me ha permitido aportar a lo que hago mis experiencias como persona: ser iraní, queer, inmigrante, de piel oscura… Soy muy sensible con aquello que me rodea; es increíble cómo el corazón adquiere las herramientas que necesito: el color, la luz, el espacio, las emociones”. Todo esto nos lo dice desde una espléndida casa en la playa de Fire Island, a una hora y media de Nueva York: “Un lugar seguro en donde nos encontramos varios amigos para descansar, nadar y cocinar, pero también donde día a día, de conversación en conversación, surge la creatividad”, confiesa mientras nos muestra en videollamada una envidiable piscina.
En 1979, sus padres salieron de Irán y llegaron a Los Ángeles como refugiados, y toda su infancia estuvo impregnada por la nostalgia del glamour internacional que se respiraba en su país a finales de los 70 y comienzos de los 80. El joven Gabriel experimentó lo que se siente al ser de una cultura diferente, pero también se nutrió de un rico ambiente familiar. Creció tocando y componiendo música y, de hecho, pensó que se dedicaría a eso. Después estudió cine, vestuario y escenografía, y se adentró en el mundo de la moda, así como en pequeños proyectos de interiorismo, lo que fue impulsando su vocación. “Creo que el diseño es una práctica teatral en donde todo fluye. Lo veo como una disciplina que moldea y crea historias acerca de la vida, de vivir, de lo que significa el ser humano”, explica. Pero reformar su propia casa fue el germen de este camino, que hoy lleva 12 años de trayectoria consolidada. ¿Necesita una lámpara? La hace. ¿Quiere una mesa? La fabrica. Así de fácil.
La seducción de Apparatus
ROOM Diseño. – ¿Cómo funciona creativamente Apparatus?
Gabriel Hendifar. – Mi padre era un tipo soñador, así que desde pequeño aprendí de él cómo conseguir que algo pase, cómo hacer que una idea tome forma. Los creativos imaginamos cosas que no existen; debemos ir de la realidad en la que estamos a la de la idea que tenemos. Suelo decir que existe el proceso de imaginar el objeto y el de realizarlo. Esto requiere cambios, adaptaciones y atraer a las personas correctas con una visión similar a la tuya.
ROOM Diseño. – ¿Y cómo es esa fase inicial?
Gabriel Hendifar. – Al empezar una colección pienso en cuál es su historia, cómo huele, cuál es la música, quiénes son los protagonistas. Vivo el inicio como una fotografía borrosa. A partir de ahí, comienza una larga investigación en la que se emplean muchas herramientas informáticas: procesamiento 3D, renderización, modelos, prototipos… hasta obtener un resultado disfrutable, incluso cuando preparas el packaging para la entrega del producto.
ROOM Diseño. – ¿Todo forma parte de un reto?
Gabriel Hendifar. – Hay muchos tipos de retos. Por un lado, los técnicos, sobre todo en iluminación, donde se requieren conocimientos como la temperatura de la luz, la opacidad del cristal, etc. Aunque, si te soy sincero, los retos que más me interesan son los que encontramos al trabajar con un material nuevo. Muchas veces a los artesanos les pedimos que hagan algo diferente a lo que están acostumbrados. Nos enfrentamos, en ese caso, a la seducción: convencer a alguien de que expanda las posibilidades que le brinda un material, máxime si lleva haciendo lo mismo muchísimo tiempo. Es un desafío técnico, pero también lo es en cuanto a comunicación humana. Lograr que el otro amplíe su perspectiva te permite aproximarte a nuevos enfoques.
Gabriel Hendifar
“Para transmitir familiaridad atemporal aportamos novedad a nuestro trabajo, pero con ello no pretendemos deshacernos de la historia, más bien intentamos crear una extensión de ella”.
La búsqueda de lo inexplorado
La mayoría de las propuestas de Apparatus se expresan en cristal, latón o bronce, con una gran serie de pátinas y colores trabajados a mano. Sus tres elementos básicos alternan protagonismo con el cuero, el ante, el alabastro, las piedras semipreciosas, la laca, los acrílicos, la porcelana y, también, la crin de caballo, que refleja muy bien la tensión entre fragilidad y fortaleza, algo que a Gabriel le encanta. “A veces guardo un material en un estante durante mucho tiempo, esperando a que, de algún modo, me comunique lo que quiere ser. No me gustan los materiales que revelan de primeras su mensaje; prefiero los que provocan misterio, los que te susurran. Es una exploración y una constante seducción. Ya sé que esta es una palabra que uso mucho, pero es intrínseca a mi manera de pensar”, nos dice sonriendo.
ROOM Diseño. –Viendo su porfolio queda patente el vínculo entre virtuosismo y excelencia. ¿De dónde viene?
Gabriel Hendifar. – Crecí tocando el piano, y cuando era adolescente me lo tomaba muy en serio. Mi idea de excelencia se enfocaba en los músicos virtuosos del siglo XX. Esa noción de que te sacrificas para ser el mejor del mundo y que para ello tienes que seguir y seguir y seguir. De hecho, estaba obsesionado con el director de orquesta Claudio Abbado. Sin embargo, conforme me he ido haciendo mayor, me he dado cuenta de que yo no quiero ser el mejor en algo. Solo quiero ser un mago: saber lo suficiente de algunas cosas para poder mezclarlo todo y contar una historia.
ROOM Diseño. – Dibuja, orienta, tiene un gran taller propio, produce las piezas, distribuye, organiza sus galerías. El estudio se ha convertido en una marca integral.
Gabriel Hendifar. – En Europa es habitual que las firmas encarguen a los diseñadores industriales colecciones que ellas mismas fabricarán. Pero en EE.UU. —y tal vez más en Nueva York— ese formato no se da tanto. Quizás nosotros tenemos la convicción de que, si puedo hacerlo yo, debo intentarlo yo. En mi caso, controlarlo todo me posibilita estar atento a los pequeños detalles y al modo de enfocar la creación. Para mí es muy importante la manufactura a escala: lograr hacer cientos de ejemplares de una pieza en un año y que sean perfectos siempre. Eso es algo que conlleva mucha responsabilidad y tiene momentos muy críticos, pero es precioso. Y, además, te permite parar la producción si quieres.
Gabriel Hendifar
“Al empezar una colección pienso en cuál es su historia, cómo huele, cuál es la música, quiénes son los protagonistas”.
Diseño terapéutico
Ese control es lo que ha llevado a Apparatus a tener sus propias galerías en Nueva York, Los Ángeles o Londres. Hablamos de espacios donde la atmósfera está pensada para proporcionar una experiencia de seducción y provocar la sensación constante de descubrimiento. Renuevan esas escenografías cada dos o tres años con nuevas obras que dialogan inteligentemente entre sí y que comparten el lenguaje sofisticado de la firma. En esa línea encontramos Trapeze, hecha en porcelana, cuya referencia es una colección de Christian Dior y en la que se trata de alcanzar una geometría perfecta “promoviendo la poética entre la idea y la realidad.” La serie Parsse integra en la colección Act IIIy está inspirada en el estilo de las mesas nómadas de Oriente Medio. Un mueble clave que ayudó a Gabriel Hendifar a entender que toda la creación del estudio tiene un componente terapéutico porque “es una forma de conectar con mi pasado y mis orígenes”. Por su parte, el conjunto Talisman—en la que trabaja con piedras semipreciosas— “fue como descubrir artefactos que habían sido encontrados en excavaciones arqueológicas”.
Gabriel Hendifar
“Como todo lo que es importante para las personas, los objetos tienen la habilidad de transmitir significados. Los veo como evidencias físicas de nuestra humanidad”.
ROOM Diseño. – Tassel, Median, The Red Room, Triad… Colaboraciones con CC- Tapis… ¿Cuál es su ambición como creador?
Gabriel Hendifar. – Quizá mi ambición sea seguir viendo todo lo que está a mi alrededor como una oportunidad. Me conmueve contemplar al equipo trabajando con minuciosidad, buscando hacer cada pequeño detalle lo más perfecto posible, impulsando las ideas que nos lleven a lo excepcional. Y en ese proceso, creo que nuestro camino implica acercarnos a personas conectadas con contextos culturalmente significativos porque queremos contribuir a la cultura.
ROOM Diseño. – ¿Y cómo logra eso?
Gabriel Hendifar. – Te pongo un ejemplo. Sabiendo que nos funciona bien el trabajo artesanal, quise juntar a mentes creativas para desarrollar series limitadas. Así comencé a pensar en Interlude: una colección de alta costura entendida como una adición de elementos. El bordado es algo que yo aprecio mucho y que se hace en Irán, con lo cual era una iniciativa muy emocional para mí. Los motivos de los bordados eran mi visión sinestésica a gran escala de cómo percibo la música. Fueron miles de horas invertidas por una persona para elaborar piezas impecables. Interludemuestra nuestro modelo de producción. Es como el corazón de lo que hacemos: vamos añadiendo cosas que quizás se salen de los márgenes, pero que son posibles.
New York, I love you
Repasando su trayectoria, es evidente que el estudio calibra sus propuestas entre lo clásico y lo contemporáneo sin entender estos términos como opuestos, sino todo lo contrario: aprovechando su conjunción. “Para transmitir familiaridad atemporal aportamos novedad a nuestra labor, pero con ello no pretendemos deshacernos de la historia, más bien intentamos crear una extensión de ella”, precisa Hendifar. En ese espectro de sensaciones intangibles que nos proponen, la ciudad de Nueva York nutre a Apparatus de energía, creatividad y ebullición. “Soy un aficionado de lo que llamo ‘el final de los momentos imperio’. Ese instante en que algo está en el punto álgido, justo antes de su eclosión y entonces ocurre cualquier cosa. Siento que estamos en ese momento, lo sé. Desconocemos lo que pasará exactamente, pero soy optimista. Para mí, estar enfocado en mi práctica como diseñador es lo que hace que encuentre sentido entre toda la locura que está sucediendo desde hace unos años: crisis climática, pandemia, guerras…”. En su mundo objetual y escenográfico, el lujo es un sello distintivo y deseable. “El lujo que ofrecemos es una invitación a celebrar la belleza y a expresar amor en cualquiera de sus formas”.
Gabriel Hendifar
“El diseño es una práctica teatral en donde todo fluye. Es una disciplina que moldea y crea historias acerca de la vida, de vivir, de lo que significa el ser humano”.
ROOM Diseño. – Para acabar, ¿qué es lo próximo en el horizonte?
Gabriel Hendifar. – Veo Apparatus más como un estudio de ideas que como un espacio donde abordar disciplinas. En este sentido, me gustaría poder diseñar una ópera, un hotel, un club nocturno. Todos aquellos sitios a los que acudimos como comunidad. Sabemos que las creaciones y sus historias tienen como meta vincular a las personas. Por eso también organizamos muchas fiestas. Nos hacen felices.
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