El diseño emergente de Corea del Sur aborda con delicadeza la innovación y la enlaza con su cultura ancestral, logrando elementos armónicos. En Seúl, el diseñador novel Shinkyu Shon lanza la serie Split Collection, un mobiliario donde las líneas guardan una acerada simplicidad que llama al orden y al equilibrio bajo la influencia de la tradición.
Fusión material en el diseño emergente
A través de la materialidad de los planos fríos —que al mismo tiempo dividen y unen los bloques de pino—, Shinkyu Shon enfatiza la relación entre Oriente y Occidente. De ese modo, el acero pulido actúa como la modernidad que sostiene a lo clásico, protagonizado en este caso por la madera.
El diseñador plantea una metáfora del urbanismo de Seúl, en la que las edificaciones contemporáneas coexisten con los barrios históricos, y donde su mobiliario resulta ser una prolongación de la ciudad. Incluso podemos ir más allá y extrapolarlo al ámbito cultural, pues con la globalización todo tiende a mezclarse.
Minimalismo zen en muebles atemporales
Ahora bien, aunque sean piezas que hoy en día son utilizadas en cualquier parte del mundo, este mobiliario—estanterías, mesas y banco— difícilmente se habría realizado en Occidente, puesto que la sensibilidad estética es definida por los hábitos sociales y culturales. En la misma corriente de diseño emergente, encontramos a Sisan Lee con la colección Proportions of Stone, que al igual que Shinkyu Shon emplea componentes en estado natural o poco industrializados, conectando también “pasado con presente”. Las creaciones atemporales de ambos muestran un contraste exquisito, que da lugar al nacimiento de obras con un minimalismo atávico que viaja con ellos y los identifica.
Sin duda, Split Collection apela a los sentidos e invita a contemplarla como un todo: figura y fondo, cuerpo y mente en equilibrio. Tal como predica la tradición zen en las culturas orientales, la belleza se halla en cada gesto. Solo tenemos que ver con los ojos del alma.