La de sostenibilidad se ha convertido en un tema estructural. Cada día se hacen más necesarios criterios responsables para aprovechar los recursos disponibles. Si hablamos de diseño, hablamos tanto de la fabricación de productos industriales, como de la importancia de reducir gastos o de rentabilizar los medios. Todos sabemos que una crisis estimula la creatividad y genera nuevas estrategias de negocio.
Los coworkings son el resultado de los factores mencionados anteriormente. Se trata de espacios compartidos para todo tipo de actividades empresariales, siendo su mayor virtud la reducción de costes bajo la estrategia de compartir y colaborar. Estas iniciativas se han posicionado como una alternativa para quien inicia un negocio.
En esta lineal están los laboratorios de fabricación digital (Fab Labs) y los talleres compartidos (Shared Machine Shop): lugares que brindan el espacio y las herramientas para que diseñadores y makers materialicen sus proyectos. Además de compartir wifi, se accede a maquinaria especializada: corte láser, fresado por control numérico CNC, impresión 3D… Además de obtener una formación básica, también se democratizan los procesos de fabricación digital.
Barcelona Design Lab (Fab Labs)
En Barcelona se encuentra el TMDC: Taller de Materialización De (Grandes) Conceptos. Este coworking de fabricación (Fab Labs) se empezó a gestar en 2016 y, a día de hoy, ha madurado como una comunidad de fabricantes, artesanos y amantes del diseño. Sus 2.000m2 se ubican en unas antiguas naves industriales del barrio de La verneda, «Las personas que vienen a TMDC –nos dicen sus fundadores- son tanto los que empiezan y necesitan máquinas para poder realizar sus primeros proyectos, como los que lo hacen como hobby porque quieren hacer algo con sus manos. Y finalmente, los que ya llevan años y viven de esto, pero prefieren la flexibilidad y poder adaptarse a la demanda de trabajo que tienen”.
Esta área de encuentro fomenta el intercambio de ideas y conocimientos. Además, también acaban siendo usuarios de TMDC todos aquellos que quieren comprar productos locales. “Porque si hay más gente fabricando en Barcelona –continúan- , más posibilidades de que puedas encontrar la solución que necesitas. En 2017 TMDC fue reconocido con el premio Piñol a la innovación contra el desempleo en reconocimiento de esta labor».
En definitiva, propuestas como ésta fomentan el desarrollo de la industria local, crean alternativas de empleo y facilitan la interacción de profesionales de diferentes ámbitos para dar lugar a nuevas colaboraciones. Y todo ello, compartiendo tecnología y conocimientos. Es decir, rentabilizando los recursos. Es decir, haciendo del diseño una disciplina sostenible.