El estudio tailandés Taste Space presenta 4th Wall: una coctelería que funciona como una máquina del tiempo, transportándonos a las películas y al diseño de los 60. Una oda al color y la forma.
Un guiño a la estética cinematográfica
El diseño puede funcionar como una máquina del tiempo engañosa. Igual que un actor, es capaz de fingir, de interpretar e incluso de sumergirnos en una época anterior que no es la nuestro. Entre la ficción y el relato, puede funcionar como una postal viva de un paisaje que ha dejado de existir. Y este ha sido el punto de partida de la coctelería 4th Wall, que ha tomado como inspiración las películas de los años 60 a la hora de desarrollar su identidad.
Estos 97 m2 ubicados en Bangkok (Tailandia) mezclan las bebidas combinadas de autor con una estética propia del universo cinematográfico. En 4th Wall los clientes se adentran en una atmósfera que bien podría pertenecer al set design de los filmes de Wong Kar-wai —como In the Mood for Love o 2046—, de series como Mad Men o, por momentos, de la icónica 2001: A Space Odyssey de Kubrick con sus emblemáticos pasillos espaciales. El cromatismo, los contornos y la luz componen el reparto de este local caracterizado por el interiorismo retrofuturista.
La vuelta al diseño de los 60
Como si el mismísimo Verner Panton y los postulados de la corriente pop de su década hubiesen resucitado, el color y la curva toman el ambiente de este bar con rotundidad. Las superficies brillantes y lacadas, la paleta lavada de verdes y naranjas, el vidrio tintado y los marcos de geometría redonda… todo refiere a una nostalgia sesentera que, paradójicamente, todavía hoy funciona y tiene vigencia. La iluminación —dramática, vibrante y difusa— ha jugado un gran papel en la traslación a la lente de la época. ¿Un ejemplo? Las bombillas recubiertas de cromo que originan un aura fílmica fuera de lo convencional.
4th Wall cuenta es el fruto del trabajo de la firma Taste Space, que posee una amplia experiencia en proyectos del mundo hostelero, ideando lugares destinados a restaurantes, bares y cafeterías. Como ya ha demostrado con anterioridad, en su manera de afrontar las propuestas trata de combinar la narración de historias con el uso que se hace en estos enclaves. Esta vez, Tate Spaceha alcanzado un resultado diferencial a través de un entorno memorable y atemporal que reivindica una etapa histórica muy concreta.
Como una ilusión, 4th Wall conjuga tiempos del pasado con el presente, y lo presenta con audacia y efectividad, sin levantar sospechas ni incurrir en popurrí artificial. Y es que se podría decir que hace honor a su oficio coctelero con aquella mítica frase (del cine, por cierto): “Agitado. No mezclado”.
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Impulsada por el amor por la comida y la experiencia profesional en diseño, la firma Taste Space Interior Design Consultancy ofrece soluciones espaciales para el sector de la hostelería. Su búsqueda constante de los detalles sensoriales persigue mejorar las experiencias gastronómicas y enfatizarlas. Con una especial atención a las consideraciones operativas, el comportamiento del consumidor y las tendencias predominantes, su quehacer combina «narración de historias» y «curación de sentidos» para crear espacios identificables y al mismo tiempo estimulantes. Además, Taste Space colabora con artistas y artesanos para ir más allá de las fronteras del interiorismo y experimentar ideas de diferentes campos artísticos y culturales.
