Nikken Sekkei —la mega firma japonesa capaz de hacerte lo que les pidas— acaba de completar en Dubái el voladizo más largo del mundo. Una torre horizontal que mide en total 230 metros y que lleva el nombre de The Link.
The Link: la nueva megaconstrucción de Nikken Sekkei
La misión principal de la estructura horizontal de The Link es servir de conexión entre dos torres: una residencial y otra de usos mixtos, albergando viviendas, un resort, un hotel y oficinas a las que acompañan el adjetivo luxury. El conjunto en general lo conforman tres prismas rectangulares esbeltos donde uno de ellos rota 90 grados en el eje horizontal, por lo que queda suspendido a lo largo a 100 metros de altura, tocando una de las dos torres con cada una de sus largas fachadas. ¿Delicado y sencillo o meramente simple? Queda la duda.
Lo han llamado The Link por la conexión física y programática con las otras partes, pero bien podría haber sido denominado The Gateway, ya que una autopista elevada pasa entre las torres partiendo en dos el pódium: un complejo de tres niveles con comercios, restaurantes, parques y piscina. Esto hace que The Link actúe como una nueva puerta de entrada a la ciudad, una que quiere llamar la atención sobre el crecimiento y la expansión de Dubái, según dicen desde Nikken Sekkei. Y qué mejor manera de mostrarlo que batiendo récords y haciendo uso de la ostentación innecesaria.
Un rascacielos para entrar en el libro de Récord Guinness
El armazón está forrado con vidrio Low-E para protegerse de las radiaciones solares y tener a la vez una transparencia agradable. Los patrones de puntos blancos en la fachada le confieren, asimismo, un aspecto más amable y menos espejado en favor de una textura de gesto delicado, que contrasta con el despliegue necesario para que The Link se mantenga en el sitio. En palabras del propio estudio: “Un robusto sistema de estructura tubular exterior, con sus miembros principales de acero dispuestos en un patrón de rejilla de diamantes a lo largo cuatro lados para minimizar la torsión y, al mismo tiempo, generar un espacio interior contiguo y sin columnas.” ¿Y para qué todo esto? Para alojar un inmenso mirador/spa/restaurante con una piscina cuyo suelo acristalado sirve de techo voyeur al interior.
Nikken Sekkei ha erigido, desde que inició su andadura en 1900, suficientes edificios como para llenar una gran ciudad con estadios para cada deporte imaginable, hospitales, hoteles, viviendas en altura y en superficie, barrios con sus museos, escuelas, bibliotecas… Y todo esto bajo el lema “más que creativos”, en una afirmación de que lo que imaginan se puede llevar a cabo. Aquí lo han demostrado. Para subrayar el poderío financiero internacional de Dubái, han imaginado una nueva puerta de entrada al Récord Guinness. Y eso es lo que han entregado: un delicado e insulso complejo en H, con un travesaño que “aumenta la seguridad y suprime el balanceo impulsado por el viento”.
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En Dubái.
