Con sede en Países Bajos, la New Order of Fashion (Noof) otorga cada año una serie de becas con el fin de generar colaboraciones interdisciplinares y proponer un futuro menos contaminante para la industria textil a través de la innovación. Durante la pasada edición de la Dutch Design Week pudimos ver el resultado de la unión de fuerzas entre Sunbrella –la empresa especialista en tejidos de exterior– y la diseñadora francesa Wendy Andreu.
Pero empecemos desde el principio. La trayectoria de Andreu se divide entre dos materiales, dos países y dos aproximaciones muy diferentes al campo de la creación. Comenzó su formación en L´Ecole Boulle de París: una universidad de artes aplicadas centrada en los métodos de la artesanía tradicional donde aprendió a trabajar los metales. De ahí se trasladó a la Design Academy de Eindhoven -famosa por su planteamiento intelectual y abstracto del diseño-, donde se graduó cum laude. Durante este último periodo decidió investigar otros materiales y vio en el textil una manera de salir de su zona de confort. Lo más interesante es que empezó a aplicar al tejido las mismas técnicas que ya dominaba en el caso del metal. Y el resultado fue Regen: su proyecto de más éxito que dio lugar a una línea de productos, una marca y un nuevo material: un nuevo tejido impermeable, sin costuras, elaborado con cuerdas de algodón cubiertas de látex, y que parece recién salido de una impresora 3D en lugar de un telar.
Para la colaboración con NOoF y Sunbrella, Andreu ha seguido esta línea de experimentación utilizando los restos de sus fábricas. Mezclando los residuos textiles con una resina acrílica exenta de disolventes, ha concebido un nuevo material de la familia del compost con cualidades similares a la fibra de vidrio o de carbono y 100% sostenible. Las posibilidades que ofrece en cuanto a uso y función son infinitas, ya que puede trabajarse con moldes, cubrir superficies existentes o, a su vez, ser mezclada con otros productos. Las tonalidades y acabados varían en función de los restos textiles disponibles y el tratamiento de los mismos.
Durante nuestra visita a la Dutch Design Week pudimos ver el trabajo de Wendy Andreu en una exposición que mostraba desde el concepto abstracto –de donde parte el proceso de investigación-, hasta el resultado ya traducido a una realidad tangible. De esta manera, Andreu busca también comunicar y educar a la audiencia en el potencial de lo que ya no queremos o no sirve. La colaboración con Sunmbrella es un ejemplo brillante de una de las grandes tendencias en el diseño: la investigación en el campo de la recuperación de desechos. Hacer de lo descartado algo útil, bello y sostenible se ha convertido en la alquimia del siglo XXI.