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Fotos: Fernando Guerra

Esta vivienda crece, como si fuera un árbol en una de las plazas que pueblan la ciudad de Lisboa, de mano de los arquitectos Luís Rebelo de Andrade, Tiago Rebelo de Andrade y Manuel Cachao Tojal. Su piel se cubre de especies mediterráneas no sólo en la búsqueda de una imagen potente, sino para establecer un compromiso con una forma de construir que, aun siendo cara, sirve para mejorar la eficiencia del edificio y devolver una parte del verde que le quitamos al planeta. Pese a que solemos ver este tipo de arquitectura/actuaciones en edificios públicos, poco a poco se va implantando en viviendas.

La estructuración de la casa es sencilla y clara. Las escaleras sirven de espina dorsal para conducir a las distintas plantas, y una claraboya permite que la luz inunde el recorrido. En la planta baja, que sirve de zona de acceso, están el garaje y una pequeña sala de música. En la primera planta se distribuyen las habitaciones más privadas, mientras que en la segunda las estancias se vuelcan tanto a la calle como a la escalera, y los límites entre ellas quedan difuminados: el salón, el comedor y la cocina interactúan como un mismo espacio. En la terraza, una magnífica piscina lineal es el eje de uno de los mejores espacios de la casa, desde donde disfrutar de las vistas que ofrecen los tejados de Lisboa.

La fachada establece un vínculo entre la calle y la vivienda, y muestra un jardín mediterráneo de bajo mantenimiento, que deja entrar en la casa los olores de las aromáticas, lo que permite reconocer el azafrán desde la piscina o la lavanda en los dormitorios. El interior es cromáticamente más sencillo, una pared de hormigón actúa como telón de fondo, y en el resto se combina madera con superficies de un blanco impoluto, mezclando calidez y funcionalidad.

Esta vivienda supone un paso más en el uso de elementos vegetales como sistema constructivo y elemento visual, y demuestra que esto no solo funciona en edificios públicos, lo que ayudará a su mayor desarrollo en un futuro que verá a las ciudades inundadas de verde.

Enlaces: Tiago Rebelo de AndradeRebelo de Andrade

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