El estudio Coll Coll ha diseñado una casa futurista, pero pensada como un todo actual. Su función es ejercer como espacio diáfano para la vida y para toda la vida, de ahí su configuración sostenible y su impresionante ubicación en el barrio de Troja: un centro del universo que mira hacia el infinito sin olvidar lo más cercano.
Tiene algo ritual, ancestral, casi como una modernización de ciertas costumbres atávicas. De igual manera, parece querer despegar y ascender sin descanso, mirar desde arriba a La Ciudad de las Cien Torres, como se conoce a Praga. Porque es en el corazón de Europa donde el estudio autóctono Coll Coll ha erigido su Villa Sophia. Esta casa futurista fue planteada para una pareja checa que regresaba de Canadá después de varios años y buscaba un lugar ideal, tanto para vivir con la mayor de las comodidades como para trabajar desde un punto medio del beatus ille.
Villa Sophia. Casa futurista en las alturas de Troja
La vivienda, con una superficie útil de 390 m2, ha costado 3 120 000 euros. Y esa cantidad, en gran medida, viene definida por la ubicación. Villa Sophia se encuentra en una de las laderas de Troja, un famoso barrio residencial al norte de La Ciudad Dorada, bañado por el río Moldava y popular por sus palacios, zoológicos, jardines botánicos y, sobre todo, sus vistas, que cubren la práctica totalidad de la capital de la República Checa. En esto último el equipo de arquitectura ha pensado detenidamente, haciendo la construcción lo más baja posible para no interrumpir el skyline al resto de vecinos.
Ello no es óbice para que, como está situada en pendiente, desde el interior se ofrezcan tres visiones aprovechando el ascenso en espiral con el que se juega: la sala de estar da al jardín; el dormitorio a las copas de los árboles y desde el despacho el panorama urbano al fondo. También es curioso que las dos entradas de esta casa futurista sean antagónicas: la de la fachada ciega, que da al norte, es para los visitantes, mientras que la mayor accesibilidad para los dueños es desde el garaje, concebido a su vez como vestíbulo, siendo esta la primera de las nueve secciones cuadradas que suben en hélice, como en las villas palatinas.
La visión de Sostenibilidad e IA del estudio Coll Coll
La experiencia de 13 años de Coll Coll le ha conducido a tomar decisiones enfatizando tres factores: sostenibilidad, permanencia/durabilidad y estabilidad háptica, que en este caso no solo hace referencia al tacto, sino también a la acústica y a la óptica. Para ello hicieron pruebas a cada material utilizado, determinando así su resistencia y elasticidad, dando prioridad al monolito único de la fachada articulada exterior para que encajasen puertas y ventanas. Asimismo, el techo del edificio tiene una cubierta vegetal y estará florecido gran parte del año.
Por último, queda hacer hincapié en la funcionalidad de la casa, dado que la integración de la tecnología ha sido posible gracias a la combinación del sistema sysloop® y la inteligencia artificial de EMPYREUM Information Technologies. Ello permite la interconexión entre las distintas capas del hogar, ayudando a manejar todo el espectro de la luz —se puede eliminar el componente azul para dormir mejor, por ejemplo— o moviendo las puertas sobre imanes para el cero desgaste. Villa Sophia se adapta continuamente a las externalidades de forma óptima.
Otro ejemplo del futurismo del país centroeuropeo es la Iglesia de María Restituta de Atelier Štěpán.
La capital de República Checa tiene diversos sobrenombres: La Ciudad de las Cien Torres, La Ciudad Dorada o El Corazón de Europa son los más conocidos de la famosa urbe de la región de Bohemia.
Con un nombre que proviene del inglés (Collaborative Collective), este estudio nació como una plataforma abierta de arquitectos, diseñadores y amigos de ramas interdisciplinares en 2008.
