Durante el confinamiento, el planeta ha podido descansar de nosotros y dejar en evidencia lo nocivos que somos como mega consumidores de recursos y generadores de desechos. De esto ya teníamos conocimiento y, por eso, en los últimos años se han ido implementando estrategias sostenibles para cambiar el paradigma de producir, consumir y tirar. Nos estamos adaptando lentamente a una economía circular, que consiste en alargar la vida útil de los materiales y reutilizarlos tantas veces como sea posible.
Un claro ejemplo lo encontramos en la industria minera para la extracción del cobre, elemento estratégico en diversos sectores, principalmente el tecnológico por su uso para componentes electrónicos. En su estado puro, puede ser reciclado al 100% una y otra vez. Sin embargo, los desechos extraídos en las refinerías tienen enormes consecuencias para los ecosistemas circundantes, ya que en el proceso de refinado se generan residuos que se suman al problema de la contaminación industrial. Afortunadamente, hay empresas dedicadas a su reciclaje.
En Bélgica se encuentra Metallo, que consigue arena y polvo negro a partir de la escoria del cobre. El resultado final es silicato granulado de hierro, que se utiliza en la construcción como refuerzo o sustituto de otras materias primas.
Por otro lado, en Londres y Amsterdam, encontramos al estudio ThusThat, formado por Kevin Rouff, Paco Böckelmann y Guillermo Whittembury, todos graduados en el Royal College of Art de la capital británica. Este grupo de diseñadores está interesado en la naturaleza de nuevos elementos, y estudian científicamente tanto su fabricación como los procesos industriales para procesarlos, tal y como ponen de relieve en su proyecto de investigación de mobiliario de cobre reciclado This is Copper furniture collection.
En colaboración con Metallo y con el departamento de investigación de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), ThusThat, ha experimentado con el silicato granulado, lo ha fundido y ha creado losas y bloques que han sido utilizados para crear mobiliario de cobre y objetos de decoración.
Cada una de las piezas de la colección muestra diferentes diseños y acabados. La silla Column está realizada con cilindros sólidos y bloques encajados y soldados con el mismo cobre. La silla The Sparkly Black ha sido fabricada con arena fundida y vertida en un molde del mismo componente, que es lo que le da su textura final. La silla Blocky Molten la forman placas unidas con el mismo material fundido. La silla Cobbedse ha moldeado a mano con mortero. Las lámparas se han construido con medios cilindros texturizados en los que se han anclado pantallas de chapa de cobre. Y, finalmente, las bases de espejo son fragmentos de desechos procesados de mayor tamaño.
Pero esto no es todo, a este silicato se le presenta incluso como alternativa ecológica al cemento en aplicaciones concretas, por ser igualmente resistente y un elemento reciclado que origina menos emisiones de CO2 en su fabricación. Por todo ello, estas novedosas propuestas nos muestran cómo puede revalorizarse y ampliarse el ciclo de vida útil de la escoria de cobre, convirtiéndolo en un referente ecológico.
Visita la web de ThusThai Studio