Quien más y quien menos ha salido a bailar en algún momento de su vida. Y bien es cierto que no es lo mismo ir al pub de siempre, que a algún local grande, donde la iluminación se mueve al ritmo de la música. La luz, en todas sus vertientes, influye en nuestro estado de ánimo y en nuestra experiencia nocturna.
El estudio brasileño Guto Requena, amante de la experimentación y las emociones digitales, conoce muy bien la importancia de todo lo lumínico en cualquier entorno, y lo ha llevado al límite en el proyecto The Year. Una nave industrial convertida en club de baile y rodeada de luces interactivas. “El elemento que se utilizó para los detalles los techos de los pasillos fue un patrón geométrico orgánico, inspirado en las células de la naturaleza, y creado con un proceso de diseño paramétrico. La estética digital se convierte en el modelo recurrente que aparece en diferentes lugares, y aporta una fuerte identidad a The Year”, explican sus creadores.
Dos pistas de baile con zona para espectáculos, tres bares, zonas VIPs, vestuarios, baños, cocina y administración, sería el resumen de los 800m² entre los que destaca la gran jaula central de LEDs. Y todo controlado por sensores, este es el fuerte de la propuesta tecnológica de Guto Requena Estudio. Sensores que detectan la temperatura y el movimiento del público y los convierten en información lumínica. O sensores en la ropa del DJ que modifica los efectos visuales según sus propios movimientos al bailar. La pista transforma su espacio dependiendo del estado de ánimo de los clientes y las zonas VIPs se van deslizando y entremezclando con otras áreas dependiendo, una vez más, de sus ocupantes. Sin duda, la discoteca futurista.